Esta semana trascendió la noticia de una azafata de 23 años que falleció en China, luego de que recibió fuerte descarga eléctrica al usar su iPhone 5 mientras este se cargaba con 220 voltios. Aunque la noticia suena inusual, no es la primera vez que sucede algo así.
En el 2009, un hombre murió en Singapur mientras usaba su smartphone . Y, según reporta el sitio web iWeb, en el 2013 ya se han presentado al menos 4 incidentes donde dispositivos de varias marcas han explotado o sus componentes han alzado llama.
Lo que tienen en común todos estos dispositivos es que portan una batería con iones de litio. Estas son las más comunes entre las recargables. Entre sus ventajas está la buena densidad de energía, se descarga poco si se abandona por un tiempo y no tiene el llamado “efecto memoria” que consiste en una baja del desempeño cuando se carga sin estar completamente descargada.
Pero las baterías también pueden dañarse por sobrecarga o por sobrecalentamiento y quemarse. Aunque las de iones de litio tienen varias medidas de seguridad contra fallas, un uso inadecuado del dispositivo podría inhabilitarlas.
El uso intensivo de los teléfonos inteligentes, no solo como teléfono, sino como dispositivo que accede a sitios web, a su correo electrónico, sus cuentas de redes sociales, guarda su música y captura fotos y video, obliga a una recarga más frecuente que los celulares sencillos.
Siendo que las fallas más comunes de estas baterías se deben a sobrecargas y sobrecalentamiento, los expertos aseguran que es importante tomar precauciones a la hora de cargarlo.
Entre ellas destacan seis.
Primero. Usar únicamente el tipo de cargador y conector aprobado para su dispositivo. Usar cargadores de otros aparatos que tengan el mismo conector puede sobrecalentar la batería y aumentar el riesgo de falla.
Segundo. No usar cables o cargadores defectuosos, pues podrían afectar el voltaje que llega a su dispositivo o crear cortocircuito.
Tercero. Se recomienda cargar el dispositivo el tiempo justo para completar el ciclo. No es conveniente dejarlo enchufado al cargador por periodos muy prolongados y sin vigilancia (como por ejemplo dejarlo cargando en la mesa de noche mientras se duerme).
Cuarto. Se recomienda no poner a cargar el teléfono cerca de artículos inflamables (papeles o plásticos) para evitar propagar el fuego en caso de fallo grave de la batería.
Quinto. Vigilar en todo momento la temperatura de su dispositivo. Si percibe que está operando a una temperatura mayor que la normal, apáguelo y mándelo a revisar.
Sexto. Mantenga los conectores libres de polvo y partículas. Si su teléfono posee batería removible, asegúrese de que sus contactos siempre estén limpios.