Kentucky, Estados Unidos
Puede resultar abrumador escucharlo hablar -absolutamente convencido- de cómo los robots, los drones, la realidad aumentada y la impresión en 3D se apropiarán del mundo dentro de pocas décadas.
Luego aclara que, si bien es inminente un futuro dominado por las tecnologías exponenciales (que van creciendo), estas no desplazarán al ser humano, pues la idea es servirnos de ellas, y no lo contrario.
Peter Diamandis, médico, genetista molecular, ingeniero aeroespacial y experto en innovación –por citar algunos de sus atestados–, impartió una charla en ONE: la Conferencia de Ideas Alltech 2017, que finalizó el pasado miércoles en Lexington, Kentucky, Estados Unidos.
Remató su discurso diciendo cuán importante considera no centrarnos tanto en los avances, sino, por medio de ellos, en encontrar soluciones a los problemas cotidianos.
De nuestro archivo: Tecnologías exponenciales.
"Hay que ser experto en un problema y no en una tecnología, porque estas cambian. El valor será resolver ese problema, entenderlo, hacernos las preguntas correctas y encontrar las respuestas", aseguró el especialista.
Cinco razones concretas
En su ponencia, Diamandis explicó por qué las tecnologías exponenciales están transformando el mundo. Habló de cinco puntos.
1. Estamos pasando de una visión lineal a una global. Según este estudioso de la tecnología, ese cambio de visión se debe a que, en la actualidad, es posible enterarnos de todo y en forma inmediata.
"De los 7.500 millones de personas que hay actualmente en la Tierra, 3.000 millones de ellas están conectadas al Internet", afirmó.
2.Tienen seis características particulares. Son digitalizadas y, por lo tanto, su información es más fácil de acceder y de medir; son engañosas, porque al inicio de su experimentación parecieran no prometer demasiado a la humanidad, y son disruptivas, o sea, rompen con la forma tradicional de hacer las cosas.
Asmismo, Diamandis considera que las tecnologías exponenciales son desmonetizadas, porque cuanto más populares se vuelven, más se abaratan; son desmaterializadas, debido a que la manera de poseerlas va migrando de lo material a lo virtual, y, por último, son democratizadas, ya que están al alcance de todos.
"¿Cómo desmaterializar los productos y servicios? Uber y Airbnb han desmaterializado los carros y los hoteles, respectivamente; Skype lo ha hecho con la larga distancia, y Google, con la información", explicó el experto.
3. Vivimos un momento de explosión de sensores y redes. Para este innovador, todo podrá ser monitoreado por sensores. Por ejemplo, en el área de la salud, estos podrían ubicarse en ciertas partes del cuerpo y así facilitar el estudio de enfermedades.
"Estamos a punto de entrar en un momento en el que millones de drones volarán por encima de nosotros, y todos usaremos anteojos de realidad aumentada. Estamos pasando de un período en el que estábamos ciegos a uno donde todo será monitoreado", afirmó.
4. Las tecnologías exponenciales van a transformar todas las industrias. La idea de que veremos robots en todos los trabajos posibles es una verdad absoluta para el expositor.
"Según los expertos, en el 2025 ya no habrá un solo propietario por vehículo, sino varios... Hasta los camiones autónomos vienen en camino", aseveró.
5. Enfrentan lo imposible. Para Diamandis, el moonshot thinking, traducido del inglés como el pensamiento de hacer realidad lo que pareciera imposible, es otro de los valores de las tecnologías exponenciales.
Figura mundial
Congruente con su ideología de desafiar la zona de confort humana, Diamandis fundó el XPrize, una competencia global que premia con millones de dólares a quienes logren inventos que superen el límite de lo imposible en áreas como la exploración espacial, el medio ambiente y la salud.
Su primer paso en ese sentido lo dio en 1996, cuando tuvo la ocurrencia de ofrecer $10 millones a quien diseñara una nave espacial privada capaz de llevar a tres adultos al espacio y traerlos de vuelta.
"El premio es para quien resolviera un problema que haya tenido trabada a la ciencia" sentenció.
En el 2014, la revista Fortune lo catalogó como uno de los 50 mejores líderes del mundo.
También es cofundador de Singularity University, institución que forma a jóvenes y adultos en tecnologías exponenciales.
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La entidad se ubica en el Ames Research Center, un centro de investigación de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA), en Silicon Valley, California, Estados Unidos.
Por si fuera poco, también es promotor del Instituto de la Longevidad, desde donde estudia el genoma para alargar la vida de las personas.
Hasta el momento, este neoyorkino de 56 años ha fundado 18 empresas y está involucrado con 60 compañías en distintas ramas del conocimiento; nada atípico para alguien que asegura que lo sabremos todo gracias a avances como la inteligencia artificial.