Casi un año después de que el Estado recibiera $170 millones, fruto de la apertura del mercado de los celulares, los recursos del Fondo Nacional de Telecomunicaciones (Fonatel) no han podido usarse en proyectos para cerrar la brecha digital. Con un mes en su nuevo puesto, el viceministro de Telecomunicaciones tiene clara esta situación y critica la gestión que la Superintendencia de Telecomunicaciones ha dado al Fondo.
¿Cuáles metas a corto plazo tiene como viceministro de Telecomunicaciones ?
La meta más importante a corto plazo es consolidar el proceso de acoplamiento del Viceministerio de Telecomunicaciones, que pasa del Minaet (Ministerio de Ambiente, Energía y Telecomunicaciones), donde está actualmente, al Ministerio de Ciencia y Tecnología (Micit).
¿Cómo perfila el cambio?
Va en la vía adecuada, porque este viceministerio tuvo que haber nacido en el Micit y no en el Minaet. Ha habido una dispersión (en las políticas públicas de telecomunicaciones), cuando uno lo que requeriría es que existiera una única institución con más músculo operativo, recursos humanos y fortaleza institucional para poder ser un buen director de orquesta, trabajando políticas públicas a un nivel integral.
¿Le interesa que su oficina sea la que brinde unidad a esas políticas públicas?
El Viceministerio de Telecomunicaciones no puede ser pretencioso. Eso, por ley y por sentido común, le corresponde al Ministerio de Ciencia y Tecnología.
¿Cuáles serían los retos del traslado?
Retener el recurso humano calificado que ha crecido con la institución. Además, consolidar un equipo profesional de trabajo que se actualice y capacite, porque los avances tecnológicos son muy vertiginosos. Otro de los retos es que el acoplamiento no cause interferencias, problemas o ruidos innecesarios.
¿A cuáles “ruidos” se refiere?
Surgieron dudas de si, al trasladarse, los funcionarios perderían su trabajo por una reestructuración, o si los sacarían del régimen de empleo para pasarlos al de Servicio Civil. En este mes he estado insistiendo en llevarles tranquilidad a los trabajadores y a las empresas del sector –a las cámaras– que tenían dudas sobre el futuro.
¿Qué otras metas, aparte del proceso de transición, tienen prioridad?
Un tema que es fundamental, y que no es solo nuestro, sino que compartimos con la Sutel (Superintendencia de Telecomunicaciones), es el tema del ordenamiento del uso del espectro radioeléctrico. Independientemente del informe de la Contraloría (que criticó esta gestión anteayer), es obligación nuestra trabajar para que se cumpla lo que dicta la ley: planificar, de manera eficiente y ordenada, el control del espectro radioeléctrico. Otro tema que es prioridad acá es la transición a la televisión digital en el 2017.
¿Cómo cumplirá estas metas?
Hay muchas acciones, pero, entre otras, está la capacitación de técnicos del Instituto Nacional de Aprendizaje por parte de expertos extranjeros sobre el esquema japonés-brasileño (escogido para la televisión digital). También, plasmar acciones concretas para que el país avance en la Estrategia Nacional de Banda Ancha. Queremos trabajar para que la banda ancha llegue a las pequeñas y medianas empresas y a las zonas rurales.
¿Cómo calificaría la labor de Sutel desde la apertura?
Creo que ha hecho una muy buena labor. No obstante, quiero hacer una excepción particular sobre el tema del Fondo Nacional de Telecomunicaciones (Fonatel). Hace un año que ingresaron $170 millones y no se ha avanzado en proyectos, no hay un equipo de trabajo constituido en la Sutel. No puede ser que el Estado costarricense, teniendo recursos frescos que ingresaron de proveedores de telefonía móvil, no haya avanzado un solo proyecto. El país está en un momento de crisis fiscal como para tener una plata guardada y que la cosa no camine.
¿Cuáles son los intereses del Gobierno sobre Fonatel?
Lo que dijo la presidenta (de la República, Laura Chinchilla) fue que hiciéramos el trabajo más fácil a la Sutel y le presentáramos cuáles son los proyectos que consideramos más importantes para que, en un corto plazo, puedan empezar a financiarse con los recursos de Fonatel. Entonces, ahí viene en el Acuerdo Social Digital (...), donde se presentan los proyectos que están encaminados a disminuir la brecha digital. En esa agenda, el Gobierno identificó tres proyectos: Cerrando Brechas (proyecto del Ministerio de Educación Pública para llevar Internet de banda ancha al 100% de colegios y escuelas), Centros Comunitarios Inteligentes (proyecto del Micit, laboratorios gratuitos de cómputo) y Rompiendo Brechas (lleva herramientas digitales a los Cen-Cinái).