Follow @pfonsecaq Hace unos cuatro años llegó el punto donde para el Ministerio de Educación Pública (MEP) era más caro equipar una computadora con software privativo que comprar la máquina en sí.
Según explicó Franklin Jiménez, asesor nacional de Informática, el MEP es una de las instituciones que se ha acercado más y dado avances en el mundo del software libre, con la característica especial de que esta decisión está influyendo en lo que aprenden del mundo de la computación unos 52.000 estudiantes. El MEP también usa software privativo.
“Tenemos 92 colegios con muchas necesidades de software educativo. Ya estaba costando más el software que el hardware. Migramos todo a Linux desde hace unos tres años, y ahí todo el software es libre ahora”, indicó Jiménez.
El funcionario dijo que, por ejemplo, están usando el sistema operativo Ubuntu en unas 2.500 computadores portátiles y de escritorio en el país.
“Estimamos que, en vista de que el proyecto tiene tres años que se migró –no solo programas, sino también el sistema operativo, y que cada máquina lleva hasta diez programas educativos–, el ahorro ronda los ¢200 millones”, dijo Jiménez.
Jiménez se refiere a los programas de cómputo libres que facilitan, por ejemplo, el aprendizaje de materias como física y matemáticas.
Como la gran mayoría de las instituciones públicas ticas, este funcionario señaló que el MEP carece de directrices que se refieran a la utilización de software libre, pero defiende la idea de que cada unidad gestora del Estado puede usar esa tecnología, si considera que le conviene en su línea de trabajo.