En el futuro, el Gobierno Electrónico (GE) en Latinoamérica incluirá menos teclados de plástico. Brillarán en cambio los teclados virtuales sobre pantallas táctiles de smartphones y tabletas.
Cifras elocuentes sobre su nivel de penetración presagian que estos aparatos serán aliados de las administraciones públicas.
Aparte de afianzarse, la adopción de esas plataformas crecerá en los próximos años.
A mitad de este año, el 65% de uruguayos se conectaba a Internet; de ellos, un 18% desde su celular, según indica una encuesta de la Consultora Cifra. Además, a diciembre del 2012, los servicios de telefonía celular llegaron a 4,9 millones (1,5 por habitante); de ese total, un millón tenía acceso a Internet de banda ancha.
De 3,1 millones de teléfonos móviles utilizados en Puerto Rico, 78% son smartphones, revela a su vez una investigación de la Asociación de Ejecutivos de Ventas y Mercado de Puerto Rico.
En Ecuador, 6,14% de la población estaba conectada en el 2006; ahora es 58,06%. En números absolutos, eso significa que en el 2006 había 800.000 usuarios y, a la fecha, poco más de nueve millones, tanto de Internet fija como móvil, dijo Hugo Ruiz, presidente del Consejo Ciudadano del Ministerio de Telecomunicaciones.
La gran fotografía latinoamericana muestra que, a final del 2013, las conexiones móviles de banda ancha serán casi 200 millones: la cuarta parte en la región, afirma un estudio de GSMA Intelligence divulgado en febrero.
El avance (13% anual) ha sido impulsado por el aumento de la accesibilidad de los servicios móviles, la creciente prosperidad del área y la relativa escasez de infraestructura de líneas fijas.
El aumento también se debe al mayor uso del smartphones gracias al estímulo de los operadores de telefonía a subsidiar teléfonos costosos.
La GSMA es una asociación de operadores móviles y empresas ligadas al sector, dedicada al apoyo, desarrollo de estándares y promoción de la telefonía mundial. Creada en 1995, cobija a 800 operadores y 200 compañías ligadas al sector en 220 países.
GSMA afirma que la estrategia del subsidio es vista por los operadores como una forma de diferenciarse en sus mercados y colocar servicios de datos móviles.
“Nuestra inversión comercial en subsidios de terminales está apoyada en un crecimiento en la penetración y el uso de datos móviles”, expresó Mikael Grahne, director ejecutivo de Millicom.
Sobre Colombia, Grahne dijo que Millicom posee una participación del mercado de datos que es casi el doble de la que tiene en servicios de voz. El sentimiento lo comparte América Móvil, el mayor operador latinoamericano.
“Movemos muchos teléfonos de redes 2G a teléfonos inteligentes y teléfonos funcionales”, expresó su director, Daniel Hajj, a GSMA. Agregó que este año y el próximo serán “muy importantes en términos de subsidios”.
Para el líder del mercado brasileño, Vivo, los teléfonos inteligentes representaron el 78% de sus suscripciones a Internet al tercer trimestre del 2012: un repunte comparado al 55% que tenía en el mismo lapso del 2011.
En el mismo periodo, la adopción del smartphone entre los clientes de su rival TIM Brasil se duplicó y ahora comprende un 39% de su base total de afiliados.
El sector de telecomunicaciones chileno también avanza. En el 2009, había 200.000 usuarios de banda ancha móvil y, al año 2012, ya eran cinco millones, señaló Pedro Errázuriz, ministro de Transportes y Telecomunicaciones.
Chile pasó de tener 15 millones a 24 millones de usuarios de teléfono móvil en el mismo lapso.
En su informe del año pasado, la Asociación Mexicana de Internet publicó que la cifra de mexicanos que usan Internet había crecido un 10% hasta 45,1 millones de internautas. De ellos, 71% se conecta desde teléfonos y tabletas.
Si la reducción de la brecha digital sigue lejos de niveles aceptables en el continente, la dispersión de tecnologías móviles ofrece una posible salida. Para personas carentes de domicilio fijo o de cuentas bancarias, un teléfono móvil proporciona una forma de contacto y un medio para que los usuarios paguen.
A diferencia de otras formas de comunicación, los teléfonos móviles no requieren alfabetización aunque pueden contribuir a su desarrollo.