Carlos Raúl Gutiérrez se estrenó hace un par de meses como presidente de la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel), y durante el lunes y el martes visitó el Congreso Mundial de Tecnologías Móviles que se celebra estos días en Barcelona, España.
Por primera vez, pudo confirmar en persona la importancia que tienen aquí las tecnologías que van más allá de Apple, su iPhone y el ecosistema que ellos crearon.
De hecho, ayer el Samsung Galaxy S II que funciona con Android le ganó al iPhone 4S como mejor teléfono del año.
Gutiérrez dio una entrevista a
Yo no había participado antes. Me parece muy buena y a varios niveles distintos: programa ministerial, conferencias técnicas de muy alto nivel y luego la feria misma. Definitivamente, es ‘el’ encuentro mundial sobre los temas de comunicaciones móviles y todo lo que eso implica.
Que en Europa no solo se le reza a un único dios (Apple), sino que hay mucha creatividad y competencia de otras marcas.
“Sobre todo, a nivel de alianzas estratégicas, es muy interesante observar cómo algunas marcas se funden en proyectos conjuntos, los cuales son muy innovadores. La influencia de China y Corea es impresionante”.
Los operadores han sido lentos en “integrarse” con nuevos servicios y nuevas ideas de valor añadido. No han puesto atención a sus clientes, hoy muy bien definidos por los adolescentes de 14 años.
“El problema de la inversión en la infraestructura necesaria en el futuro para poder soportar la nueva demanda de transporte de datos sobrepasa el día a día de empresas cotizadas en bolsa, que deben rendir reportes de ganancias trimestralmente. Voz no es el negocio, sino datos”.
Los reguladores no regulan inversiones de los actores privados. Tampoco pueden garantizarles ganancias fijas. Si los operadores pierden el tren del avance tecnológico por no oír a sus clientes, vendrán otros a hacer el negocio. Los reguladores no son más un árbitro de línea cuidando que no haya adelantamientos indebidos. Pero no somos jugadores en la cancha.