Los hermanos Edwin y Jesús Medina son chireños. En la isla de Chira están construidas sus casas. Pero ellos, al igual que los miles de habitantes del lugar , no tienen escrituras de sus propiedades, no pueden venderlas ni obtener permisos de construcción.
Para estos isleños, su situación es peor que la de precaristas. “A los precaristas, después de cierto tiempo, se les dan derechos, pero nosotros estamos en tierra de nadie. Entonces, nos quieren imponer deberes, pero no nos dan derechos”, manifestó Edwin Medina, quien es presidente de la Asociación de Desarrollo de la localidad.
Esta incertidumbre ocurre porque la zona costera aún carece de un plan regulador, aunque ya hay uno en camino, según indicó la alcaldesa de Puntarenas en ejercicio, Aura Jiménez.
Desde el 2010, la Municipalidad de Puntarenas contrató el Programa de Investigación en Desarrollo Urbano Sostenible (Produs), de la Universidad de Costa Rica, con el fin de que realizara una propuesta de plan regulador.
Jiménez explicó que ese plan está en estudio, pero algunas personas de la comunidad habían presentado objeciones.
Germán Díaz, síndico de Chira, manifestó que el proyecto está en en la etapa final, no obstante aún debe ser enviado a consulta ante diferentes entidades, y, posteriormente, ser aprobado por la comunidad.
Diferencias. Según Medina, las objeciones que ha hecho la Asociación de Desarrollo surgieron porque, en cierto momento, se consideró que las tierras de Chira fueran de aptitud turística. Medina indicó que eso daría prioridad a los proyectos turísticos y dejaría desprotegidos a los lugareños.
Por su parte, el síndico Díaz aseguró que el plan regulador solo pondría orden en el territorio, y que las disconformidades surgieron porque grandes terrenos que están en manos de algunas personas serían repartidos.
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