Un peón de construcción murió de un disparo en el tórax al resistirse a un asalto dentro de la casa de un compañero de trabajo minutos después de haber exhibido el dinero que llevaba consigo.
El hecho ocurrió este sábado a las 10:30 p. m., 100 metros sur y 25 metros este de la iglesia Bethel en barrio Cuba, San José.
La víctima fue identificada por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) como de apellido Espinoza, de 25 años quien murió en el sitio.
Las autoridades no tienen información clara sobre cuántas personas participaron en el intento de asalto, ni el rumbo que tomaron luego del homicidio.
Por mostrar dinero. Pedro Rivas Rodríguez, compañero y amigo de la víctima, explicó que Espinoza mostró el dinero en efectivo que llevaba consigo en una licorera cercana a la vivienda cuando fueron a comprar más licor.
“Estábamos tomando en mi casa, pero se nos acabó la cerveza. Nos fuimos a la licorera a comprar más. Mi amigo, como andaba tomado, sacó el dinero y empezó a mostrarlo; luego regresamos a la casa” agregó Rivas.
De acuerdo con Rivas, al entrar ambos a la casa no cerraron con llave el portón, situación que supuestamente aprovechó el asaltante o los asaltantes, para entrar a la casa sin que nadie se diera cuenta.
“Nos dimos cuenta de que el asaltante estaba adentro, porque disparó una vez como advertencia, luego nos gritó que le entregáramos todo. En ese momento mi amigo agarró la cerveza y se le tiró encima pero el asaltante le disparó en el pecho”, agregó Rivas.
Huida De acuerdo con los ocupantes de la casa, tras el segundo disparo el asaltante huyó del sitio sin llevarse nada.
“Todo ocurrió en la cocina, cuando escuché el disparo estaba en el baño, al salir me encontré al amigo de mi pareja en el suelo sangrando”, contó Alba Luz Mendoza Pineda, dueña de la vivienda.
De acuerdo con Mendoza, ella trató de ayudarlo y pedía a gritos que alguien llamara a la Cruz Roja. “Empecé a gritar que llamaran a la Cruz Roja, me tiré al suelo para ayudarlo, pero le salía mucha sangre ”, agregó.
En el momento de los disparos estaban cinco personas en la casa, dos de ellas en el segundo piso, quienes bajaron cuando escucharon el segundo balazo.
“Ellos estaban tomando y escuchando música a todo volumen, cuando escuché el disparo bajé y vi al hombre herido en el suelo, no pude ver al asaltante”, dijo Arvin Bravo, otro ocupante de la casa.
Mendoza contó que ese día Espinoza y su amigo habían ido al cajero automático a sacar el dinero de la quincena.
“Él (la víctima), andaba ¢187 mil, lo sé porque el salario de ellos dos me lo depositan en mi cuenta y ellos lo sacaron todo”, agregó la mujer.