Un oficial de la Fuerza Pública de Carrillo (Guanacaste) fue detenido el martes como sospechoso de vender como repuestos piezas de un automóvil decomisado que estaba bajo su custodia.
El sospechoso, de apellidos Corrales Vásquez, de 33 años, es policía desde mayo del 2005, indicaron las autoridades.
Aymee Caravaca, fiscala adjunta de Nicoya, explicó que al oficial se le atribuye el delito de peculado, que se castiga con tres a 12 años de prisión.
Esa falta se refiere “al funcionario público que sustrajere o distrajere dinero o bienes cuya administración, percepción o custodia le haya sido confiada por razón de su cargo”, según el Código Penal.
Los agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Nicoya allanaron la casa de Corrales el martes pero no se informó sobre los resultados del proceso.
Sin embargo, la Fiscalía solicitó tres meses de suspensión del cargo como medida cautelar, petición acogida por el Juzgado Penal de Hacienda, en Goicoechea, que conoce las causas contra funcionarios.
Aunque Corrales quedó en libertad, tiene un impedimento para desempeñarse en su función.
Sustracción. Según el informe de la Fiscalía, el automóvil de la marca Hyundai, modelo 1994, había sido decomisado en Sámara como parte de una investigación por robo agravado. El vehículo fue enviado a Carrillo y puesto bajo la custodia de la Fuerza Pública.
Francisco Cordero, director de la Policía en Guanacaste, informó de que, aparentemente, el mismo Corrales le reportó a sus superiores que habían desaparecido varias partes del carro.
“El jefe del puesto revisó el vehículo y, en efecto, faltaban piezas. Llamó al mecánico de Nicoya, quien hizo un diagnóstico. Luego se puso en contacto conmigo e interpusimos la denuncia en el OIJ”, detalló Cordero.
Añadió que las pesquisas del OIJ determinaron que era Corrales quien estaba tomando las piezas, entre esas la caja de cambios.
Según la fiscala Caravaca, algunas de estas partes fueron vendidas a personas de la zona, pero la funcionaria no especificó a quiénes o en qué monto.
Vigilancia. Cordero destacó que descubrir este tipo de anomalías es posible gracias a la vigilancia de los mismos policías.
“No vamos a tolerar nada de esto”, aseguró el jefe policial al advertir que “estamos tomando acciones contra la corrupción. Estamos tratando de limpiar los patios, los vehículos, precisamente para evitar este tipo de cosas”.