Una mujer siria detenida el pasado 19 de noviembre por ingresar al país con un pasaporte robado en Grecia, solicitó a la Dirección de Migración y Extranjera se le conceda la condición de refugiada.
La gestión la confirmó su abogado Miguel Alejandro Gutiérrez Pizarro, quien agregó que el trámite se fundamentó en que ella es una perseguida, que está en condición de vulnerabilidad y no podría regresar a su país de origen, pues su casa fue destruida en un bombardeo.
Agregó que en este momento están en el proceso de cumplimiento de los requisitos.
Paralelamente, manifestó Gutiérrez, presentaron un recurso de habeas corpus ante la Sala Constitucional, para solicitar que se ponga en libertad a la mujer, identificada como Alaa, de 30 años, pues se alegan anomalías judiciales en el proceso, en el cual le impusieron dos meses de prisión preventiva.
La medida cautelar contra la siria se dictó mientras se le investiga por los delitos de uso de documento falso (utilizar un pasaporte robado al cual le insertaron su fotografía) y el de falsedad ideológica. Esto, porque en el formulario que llenó en el aeropuerto Juan Santamaría, luego de un viaje de más de 12.000 km, dijo que iba a estar en un hotel y se hospedó en otro lugar, al parecer, para evitar ser ubicada por las autoridades.
Usada por coyotes. Miguel Gutiérrez declaró que el acercamiento con esta mujer siria surgió luego de que trascendió en la prensa que había sido capturada. Explicó que junto con un miembro de la comunidad musulmana en Costa Rica, se presentaron ante la Fiscalía, para defenderla legalmente y, además, ayudar con un intérprete oficial para el proceso.
“Ella habla árabe. No habla español, solo un poco de inglés (...) Salió de Siria (en Oriente Medio) hace varios años. Estuvo en Turquía y Arabia Saudita. Es casada, tiene dos hijos de escuela (...), es una profesional en Educación, pero hace tiempo no ejerce para dedicarse a su casa. Ella perdió su casa, la destruyeron en un bombardeo cuando fue a recoger a sus hijos a la escuela”, mencionó.
El abogado comentó que fue en un campo de refugiados donde fue contactada por una red de tráfico de personas. “Vino a Costa Rica engañada (...), no tenía conocimiento del recorrido, su destino fue hacia Europa (Alemania). Ella venía sola, siempre instruida por otras personas, en una situación de riesgo (...). El documento (pasaporte) fue suministrado por esta red, no compró los tiquetes, a ellos se los daban”.
Admitió que ella pagó a la red y agregó que la mujer ha colaborado con las autoridades al brindar datos de la organización de tráfico de personas.
Miguel Gutiérrez expresó que ella no tiene nada que ver con los atentados en Francia y que así lo dejaron claro en la audiencia con el juez penal, cuando le impusieron la prisión preventiva.
Agregó que en el centro El Buen Pastor, donde está presa, hay compañeras que la ayudan, pero “hay autoridades” que han tratado de afectarla.
“Obviamente, requiere de protección. Representa a los millones de sirios que andan rodando por el mundo y su interés es un día unir a su familia”, afirmó.