Los Chiles. Una patrulla de la Fuerza Pública descubrió ayer un nuevo contrabando de 15 caballos provenientes de Nicaragua.
Los policías hallaron, además, varias osamentas de equinos, que habrían muerto por enfermedad o falta de agua.
El oficial Carlos Villalobos, jefe de la patrulla, aseguró que los campesinos reportaron que más de 15 animales venían de la comunidad fronteriza de Santa Rosa, departamento nicaragüense de Río San Juan, donde finqueros denunciaron el robo de varios machos y hembras.
“El informe que tenemos es que a los caballos los metieron a suelo costarricense a través de la ruta 1856, conocida también como la carretera paralela al San Juan”, aseguró Villalobos.
Agregó que los equinos fueron hallados en una zona de montaña, en el pueblo de Las Delicias, perteneciente al distrito primero de Los Chiles de Alajuela.
Mencionó que algunos de los animales están enfermos, mientras que otros presentan evidencias de que fueron maltratados.
Especificó que uno de ellos tiene un corte cerca del ojo derecho, causado,en apariencia, con algún tipo de arma blanca.
En este caso, el presunto contrabandista y sus cómplices regresaron a Nicaragua con otros ejemplares, luego de que observaron, a la distancia, a los efectivos de la Fuerza Pública.
El pasado 23 de agosto, en El Concho de Pocosol (San Carlos), a 15 kilómetros de la línea fronteriza con Nicaragua, otra patrulla descubrió un contrabando de 60 caballos, las cuales fueron sacrificados por decisión del Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa). Estos estaban flacos, casi cadavéricos y con lesiones en los lomos.
Mueren en la travesía. La Fuerza Pública confirmó que en otro sitio de montaña, ayer al mediodía, también encontró varias osamentas de caballos que fallecieron al llegar a territorio nacional, luego una larga travesía desde Nicaragua.
“Contamos varios cráneos y variedad de huesos, lo que nos da pie para pensar que no pocos caballos llegaron muy enfermos o murieron de sed, por la travesía desde el hermano país”, manifestó Villalobos.
El policía resaltó la colaboración que han recibido de los habitantes de los pueblos ubicados cerca de la trocha fronteriza, con la intención de luchar contra los diversos actos delictivos que suceden en la zona.