Un cajero fue detenido esta mañana por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) como sospechoso de haber sustraído ¢100 millones aprovechándose del puesto que tenía en el banco Bac San José.
Tras una rápida investigación, esta semana se determinó que el empleado adquirió recientemente dos vehículos del año, entre ellos un Honda Crosstour, valorado en $60.000, un Hyundai Santa Fe, valorado en $30.000. Ambos los pagó en efectivo. Además, se detectó que también adquirió una motocicleta.
Todos esos bienes fueron decomisados por parte del OIJ de Heredia, además, se incautaron de todo menaje de una vivienda en un residencial de lujo al que se pasó a vivir recientemetne. Entre lo decomisado había pantallas planas y electrodomésticos.
El sospechoso, de apellido Solís, tiene 22 años. Anteriormente, registrada su domicilio en Hatillo 8, pero recientemente se pasó a vivir con su madre al residencial Milenium, en Mercedes Sur de Heredia.
Solís tenía tres años de laborar para el Bac San José en una caja auxiliar. Al parecer, el individuo realizaba depósitos en las bolsas que transportan efectivo en vehículos remeseros, sin embargo, se sospecha que de ahí sustraía el dinero, pues había variaciones en los reportes de efectivo.
Consultado por La Nación, Gerardo Corrales, gerente del Bac San José, prefirió no referirse al caso, pues se encuentra en investigación. "En este caso, los controles internos permitieron evidenciar que hubo una falta y estamos por terminar el proceso legal", manifestó.