El Juzgado Penal de Liberia dejó en libertad ayer en la madrugada a cinco oficiales de la Fuerza Pública detenidos el sábado como sospechosos de colaborar con una organización dedicada al tráfico ilícito de personas.
Se trata de oficiales de apellidos Ávila, Espinoza, Brais, Sandino y Parrales, tres destacados en Liberia y dos en Bagaces, a quienes se les impuso impedimento de salida del país, la obligación de presentarse a firmar cada mes a un despacho judicial y no molestar a víctimas ni a testigos.
El abogado Carlos Chaves Araya, quien representa a Ávila y Espinoza, dijo que la decisión de otorgarles la libertad estuvo fundamentada en que todos tienen arraigo laboral y familiar.
Por su parte, Nils Chin, subdirector de la Fuerza Pública, dijo que se analiza qué tipo de medida interna se les va a aplicar, entre las que está la suspensión del cargo. No obstante, agregó que ayer no se había adoptado ninguna decisión.
Otros a prisión. Paralelamente, la jueza a cargo de la audiencia de medidas, que se inició el domingo a la 1:30 p. m. y finalizó ayer a las 2:30 a. m., impuso cuatro meses de prisión preventiva para otros 10 implicados en este caso.
Se trata de nueve hombres de apellidos Mairena, Díaz, Martínez, Núñez, Obando, Lira, Vanegas, Pérez y Sánchez, y una mujer apellidada Corea.
Mientras tanto, a otro hombre de apellido López, quien se dedica a manejar autobuses y, al parecer, cooperaba con el grupo, lo dejó en libertad, pero se le ordenó no salir del país, confirmaron ayer las oficinas de prensa del Poder Judicial y del Ministerio Público.
A los implicados se les atribuye traer nicaragüenses de manera ilegal, a quienes cobraban entre $150 y $250, según el peso de cada uno, si se trataba de una mujer embarazada o si eran niños.