Pococí, Limón
Oviedo Vargas ya perdió la cuenta de cuántas veces al día se da un baño, ya que el calor que hace dentro del nuevo arco modular en la cárcel La Leticia, en Pococí de Limón, lo obliga a meterse a la ducha constantemente.
“Aquí (en el módulo) no se puede estar, es muy incómodo. Hace un bochorno horrible y usted ya lo sintió. Yo me voy a bañar cada vez que siento calor”, mencionó Vargas.
Por eso, aseguró, tanto él como muchos otros compañeros dijeron que preferían regresar a los dormitorios en los que estaban antes, los cuales tenían las paredes de cemento, lo que evitaba que se incrementara la temperatura.
“Estar aquí es insoportable; estábamos mejor antes. Aquí es muy bonito, pero el calor lo mata todo. Se podría pensar que somos malagradecidos, pero no es así. Solo exigimos que se respete nuestro derecho a estar bien.
”En este momento, preferimos regresar a lo de antes porque ahí no era ni frío ni caliente y porque no estábamos los 104 metidos en un mismo dormitorio”, mencionó Vargas.
Jorge Mora, otro reo, coincidió en que la situación es “insostenible”. “Vea, mami, aunque tenemos camas, tenemos que dormir en el piso por el calor que hace. Por dicha, durante el día no estamos aquí metidos porque eso sí sería un gran problema”.
Mora detalló que, generalmente, duermen con las ventanas abiertas para que se refresque el ambiente, pero hay noches en las que llueve y deben cerrarlas para evitar mojarse.
“Esto se vuelve insoportable. El ambiente hasta se pone tenso entre los compañeros. No se puede estar así; nadie puede soportar temperaturas tan altas todos los días”.