Oficiales del Servicio Nacional de Guardacostas (SNG) decomisaron 500 metros de redes de pesca o trasmallos, así como una canoa, más conocida como cayuco, en la bocana del río Colorado, en el Caribe norte del país.
Lo anterior, como resultado de un patrullaje de control y seguridad para el resguardo y protección de los recursos marinos costeros.
Los guardacostas ya habían recibido varias denuncias sobre pesca ilegal en ese sector, por lo que ejecutaron una serie de patrullajes este fin de semana y localizaron las redes y la embarcación.
Ningún vecino cercano se hizo responsable de las redes ni la embarcación, por lo que no hubo detenidos.
En el Caribe, la calva, que es un róbalo de mediano tamaño, es una de las poblaciones de peces cuyo desove se protege con una veda o restrición para la pesca. Durante los meses de diciembre y enero, su pesca está prohibida.
Precisamente, la calva entra del mar por las desembocaduras de los ríos Parismina, Tortuguero y en mayor abundancia por el río Colorado, que es parte del delta del río San Juan.
Esta especie es de suma importancia en las pesquerías deportivas sobre todo en barra del Colorado, pero en los últimos años ha sufrido una gran presión de pesca por pescadores artesanales, que ponen redes de enmalle en las desembocaduras de los ríos.
Con el fin de perpetuar esa especie, que es fuente de alimento para vecinos de todo ese sector, el Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca) estableció áreas de restricción para la colocación de dichas redes, así como periodos de veda, pero constantemente se presentan violaciones a dicha normativa.
De acuerdo con Martín Arias, director del Servicio Nacional de Guardacostas, el Incopesca establece una veda en diciembre y enero, ya que es la época en que esos peces buscan aguas salobres en las bocanas de los ríos para desovar.
"Usar redes para atrapar esos peces cuando van a desovar va contra los mismos pescadores, ya que de esa forma impiden que la especie se perpetúe", dijo Arias.
Añadió que los trasmallos decomisados serán entregados al Incopesca para que proceda con su destrucción, lo mismo que la canoa.
Según Arias, los operativos seguirán con más énfasis estos meses y se destruirán todos las redes de enmalle que se encuentren colocadas en las bocanas de los ríos y hasta un kilómetro aguas arriba, tal y como lo dicta la prohibición vigente.