Con una fortuna estimada en $300 millones, Wilter Neptalí Blanco Ruiz, es vinculado por la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) de Honduras, con varios homicidios y el pago de sobornos a policías y políticos.
Este finquero, nacido el 28 de febrero de 1977 (39 años), es bachiller en Ciencias y Letras y está casado con Dunia Elizabeth Melgar Pagoada, quien tiene su misma edad.
Una investigación de la Fiscalía Especial Contra el Crimen Organizado de Honduras, divulgada por el diario La Tribuna , detalló que tiene hijos con otras dos mujeres, a las que califican de amantes.
REPORTAJE PRINCIPAL Vida de placeres delató aquí a poderoso capo de Honduras
El cartel del Atlántico, liderado por Blanco, opera desde el 2004 en La Mosquitia (selva tropical del Caribe hondureño con una extensión de 800.000 hectáreas), pero no fue hasta hace dos años que Blanco empezó a ser perseguido por la Policía de esa nación.
Impunidad. El periódico estadounidense New York Times, en un reportaje del 15 de abril del 2016, reveló que Blanco ordenó matar al único policía que se atrevió a seguir sus pasos.
En informes de la Inspectoría General de la Policía de Honduras, redactados en 2009 y 2010 y que permanecieron ocultos hasta que el Times los hizo públicos en abril pasado, se reveló que Blanco pago miles de dólares a directores policiales, quienes “organizaron, ejecutaron y encubrieron el asesinato, el 8 de diciembre del 2009, del general Julián Arístides González Irías.
Esa ordenanza surgió luego de que Blanco quiso tumbarle (robar) 143 kilos de cocaína a Emilio Fernández Rosa, conocido como Don H, en una casa en La Mosquitia.
La acción la ejecutaron policías con el aval de sus superiores. Empero, González se enteró, decomisó la cocaína y capturó a los implicados.
Su asesinato quedó en la impunidad, informó el Times .
Con celular. En nuestro país, los guardaespaldas de Blanco fueron vistos por agentes de la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS) conversando una vez con dos oficiales de la Fuerza Pública, en Guácimo, cerca de Pocora, lugar en el cual Blanco se refugió algunos días.
Sin embargo, esos contactos no se volvieron a dar, pues Blanco huyó tras ser detectado.
Luego de ser capturado, el pasado 22 de noviembre, y pasar ocho días en celdas del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), el hondureño llegó al centro penitenciario con dos teléfonos celulares.
Eso sucedió el 1.° de diciembre, confirmó Pablo Bertozzi, director de la Policía Penitenciaria. El OIJ sigue sin dar a conocer cómo hizo Blanco para obtener los teléfonos.