Falta de pruebas favorece a reo que cortó tobillera electrónica

Se trata de un hombre de apellidos Castillo Rodríguez, de 21 años, quien fue obligado a usar la tobillera electrónica desde el 23 de marzo como medida cautelar. No obstante, el 9 de abril se cortó la faja del dispositivo, razón por la cual un juez solo le dictó arresto domiciliario, mientras se resolvía su situación judicial.

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Es decir, el juzgador no ordenó que se le colocara otro dispositivo, lo que imposibilitó que el Ministerio de Justicia lo pudiera monitorear.

Castillo fue detenido el jueves 27 de abril en Mora, luego de que supuestamente se robó una pantalla en la Casa de la Cultura de esa zona.

Después de eso fue trasladado a la Fiscalía de Flagrancia del I Circuito Judicial, donde indicaron que el caso no se tramitó en ese despacho porque "no se contaba con los requerimientos y elementos de prueba suficientes".

"No había manera de fundamentar la solicitud de medidas cautelares por medio del procedimiento expedito de flagrancia", agregó el Ministerio Público.

Lo anterior significa que el caso fue remitido a la Fiscalía de Pavas. "Es allí en donde, al avanzar la investigación, se podría solicitar alguna medida cautelar".

Mientras eso sucede, Castillo continuará gozando del arresto domiciliario que le impuso el juez, luego de que se cortara la tobillera.

La causa sigue en investigación bajo el expediente 17-000571-1283-PE.

El historial

Según el Ministerio de Justicia, Castillo, quien se desempeñaba como pintor, se encontraba con medidas cautelares desde marzo de este año, por ser sospechoso de haber cometido otro robo simple.

El Juzgado Penal del Tercer Circuito Judicial de San José le dictó la modalidad de arresto domiciliario con monitoreo electrónico y, por ello, el 23 de marzo anterior se le colocó el dispositivo electrónico.

Pero 18 días después se cortó la faja del aparato, convirtiéndose así en el único reo que se ha cortado la tobillera en estos dos meses que tiene de funcionar el monitoreo electrónico. Los otros casos que se han dado corresponden a reclusos que han dañado el dispositivo al golpearlo.

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Luego de que se cortó el aparato, fue presentado ante un juez, quien le dictó solo arresto domiciliario. Esa decisión fue aprovechada por el recluso para, en apariencia, perpetrar los delitos.

El primer caso habría ocurrido el 27 de abril cuando Castillo sustrajo cuatro llantas de un local ubicado a un costado del parque central de Ciudad Colón. En este caso, el propietario de ese negocio no interpuso una denuncia formal, por lo que las autoridades dejaron al hombre en libertad.

No obstante, minutos después fue detenido otra vez, porque se robó una pantalla en la Casa de la Cultura de esa zona.