Los diez barcos pesqueros que más veces han ingresado ilegalmente al área protegida de la Isla del Coco lo hicieron con diésel subsidiado por el Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca).
La Nación realizó un análisis de los avistamientos a embarcaciones que los guardaparques han registrado, entre enero del 2012 y setiembre del 2014, dentro de las 12 millas náuticas (22,2 km) alrededor de la Isla del Coco donde está prohibido navegar sin permiso.
Según la revisión, 49 barcos irrumpieron 120 veces en la zona protegida: 36 lo hicieron entre una y dos ocasiones; 12, de cuatro a nueve, y uno de ellos, 13.
Los buques con más avistamientos son Isamar I (13 veces), Chaday I (9), Albatros (8), Shekina II (6), Don Miguel (5), Doña Amanda (5), Don David (4), Bobby (4), Susan, Mar Bella, Capitán Richard y Amazonas (tres cada uno).
De esos barcos, los que tramitaron combustible a precio preferencial ante Incopesca fueron Isamar I, Chaday I, Albatros y Mar Bella –desde el 2009–, Shekina II, Don David y Capitán Richard –desde el 2010–, Don Miguel –desde el 2012–, Doña Amanda –desde el 2013– y Susan, que lo hizo una vez en el 2011.
Se intentó llamar a los propietarios, pero no atendieron los teléfonos registrados a sus nombres.
Presión. Marco Quesada, director de Conservación Internacional, dijo que en este mes ocurren más ingresos ilegales para pesca, por lo que lo llaman “octubre negro”.
A raíz de las denuncias de los guardaparques, solo algunas de esas entradas ilegales han desembocado en procesos penales por desobediencia a la autoridad, piratería e infracciones a la ley de pesca.
Según la Fiscalía de Puntarenas, ya se han logrado tres condenatorias con prisión contra capitanes que desobedecieron la orden de no entrar en las aguas de la Isla del Coco, y dos condenas por piratería.
Actualmente, están acusadas ocho embarcaciones y sus capitanes por piratería e infracciones a la ley de pesca, y dos más por desobediencia. Entre ellas están Isamar I, Los Pericos, Dafranjo II, Estephany, Susan, Amazonas y Brancol.
Solo contra Isamar I, su capitán, de apellido Soto, está a la espera de un juicio por piratería desde el 2011. Además, el mismo hombre tiene otra causa pendiente por desobediencia a la autoridad en el 2013, y se investiga a otro capitán del mismo barco, apellidado Villalobos, por desobediencia y pesca ilegal.
Licencia. Géiner Golfín, director del parque de la Isla del Coco, comentó que, pese a las denuncias contra naves y capitanes, estos regresan porque aún tienen sus licencias de pesca.
El director legal del Incopesca, Géiner Méndez, dijo que cuando existan condenatorias por desobediencia a la autoridad en sede penal, es posible que en la vía administrativa se llegue a cancelar la licencia de pesca al buque.
Explicó que es posible abrir una pesquisa por ingresos ilegales, pues la licencia prohíbe pescar en parques nacionales. El Incopesca tramita procesos contra Isamar I, Amazonas, Brancol y Doña Amanda por presunto ingreso o pesca ilegal en la isla.
“El acto de pesca se inicia desde que el barco sale del muelle hasta que regresa. No es solamente tirar la red. A escala judicial, se tiene que ir entendiendo que cualquier acción contra el medio ambiente constituye un delito tan grave como los delitos comunes”, dijo.
Quesada estima urgente que el Gobierno obligue a los buques a instalar dispositivos de localización satelital para controlar los recorridos y zonas de pesca.