La Fuerza Pública desistió el martes pasado del plan para comprar 1.200 conos por ¢37,2 millones, según consta en la resolución final de esta licitación abreviada.
En el proceso participaron tres firmas. La primera es la Compañía de Seguridad Industrial Cruz Verde, que tiene 40 años de experiencia y ofreció cada cono a ¢9.000. La segunda es Titán, Representaciones y Suministros, que suma 37 años de experiencia y cotizó la unidad a a ¢13.000.
La última oferente es Safety Monitoreo, una sociedad con un año y siete meses de experiencia, que presentó el precio más alto: ¢31.000 por cono.
La Dirección de la Fuerza Pública había calificado de “ganadora de la licitación” a esa última empresa, pese a que el análisis legal de las tres ofertas le correspondió a Guadalupe Monge y la funcionaria nunca lo aprobó porque el precio no estaba debidamente razonado.
Sin embargo, en el sistema CompraRed aparece que la oferta de Safety Monitoreo resultó “admisible con base en el análisis técnico y legal”, pero no se menciona quién lo realizó.
En el caso de las otras dos empresas, se indica que sus ofertas resultaron inadmisibles de conformidad con el análisis técnico realizado por un funcionario de la Dirección General de la Fuerza Pública, Arturo Fernández.
Adjudicación. La analista de la Proveeduría, Glenda Venegas, recomendó adjudicar la millonaria compra a la empresa Safety Monitoreo por cumplir con todas las especificaciones técnicas, pero, finalmente, la declararon desierta.
“Se recomienda la declaratoria de desierta en atención al cumplimiento de los principios de transparencia, libre participación, legalidad y seguridad jurídica”, señala la recomendación de adjudicación incluida en el sistema CompraRed.
En un considerando adicional, la resolución final de adjudicación “advierte la necesidad de subsanar por parte del subprograma solicitante (Fuerza Pública) algunas deficiencias detectadas en fase previa, si se justificara tramitar un nuevo concurso”.