Con la adquisición de 27 vehículos equipados con tecnología de punta, el Cuerpo de Bomberos procura prestar una atención más rápida y eficiente a las emergencias por fuego, colisiones y escapes de gases, entre otros.
Las nuevas extintoras tienen capacidad para lanzar un caudal de 1.500 galones por minuto, desde una distancia de hasta 300 metros.Esto supera por mucho a los viejos equipos de Bomberos los cuales apenas alcanzan a dispensar 1.250 galones de agua por minuto.
Esas máquinas cargan una tonelada más de agua lo que permite a los bomberos sacar dos mangueras de 125 galones cada una, o un tendido de grueso caudal (250 galones) fluyendo desde la unidad hacia el incendio.
Los detalles de la inversión los dio el jefe de operaciones de Bomberos, Luis Salas. Se trata, dijo, de 15 extintoras, cuatro motocicletas, tres cabezales, cuatro tractorremolques, conocidos como mulas, y un camión equipado para atender emergencias por derrames o fugas de materiales peligrosos. Las unidades sustituirán a otras con más de 16 años de uso. El conjunto de equipos costó unos ¢3.700 millones.
Tecnología de punta
Aunque estos vehículos llegaron entre mayo y agosto, no todas están en servicio porque el entrenamiento de los conductores, la capacitación sobre su mantenimiento y el papeleo de inscripción retrasan su uso.
Entre lo más novedoso de estas máquinas está la mayor capacidad para atacar el fuego y que algunas funciones se pueden manipular con control remoto, explicó Salas.
“Traen sistemas computarizados para operar casi todos los componentes. El maquinista con un botón prende todas las luces, sin necesidad de ir de una en una”, añadió el oficial.
Otra de las ventajas es que los equipos tienen un sistema que registra las últimas 100 horas de operación de la máquina. De esa forma, los mecánicos pueden determinar el estado del carro, los sistemas de bombeo y el mantenimiento general que requiere.
Según el representante de Bomberos, estos vehículos les permitirán agilizar la atención de emergencias, porque las viejas unidades a veces estaban varadas hasta por dos meses, a la espera de repuestos.
Por su parte las cuatro motos alemanas, de 1.200 centímetros cúbicos, tienen doble sistema eléctrico; uno es para el tránsito normal y otro para emergencias. Este último, requiere más energía, ya que integra un sistema de luces, radio de comunicación, sirena y el parabrisas retráctil, entre otros.
Las 15 extintoras son marca International y los módulos de Bomberos son Marion.
Procesan datos en el sitio.
La unidad para materiales peligrosos, conocida como Matpel, estará en la estación de Bomberos de barrio México y atenderá todo lo relacionado con escapes o derrames de materiales químicos peligrosos.
Esta unidad tiene un pequeño cubículo donde se pueden analizar muestras del producto y verificar, en el mismo vehículo, si la sustancia derramada es inflamable, corrosiva o si se trata de un gas, y calcular hacia dónde podría desplazarse.
El vehículo tiene equipos para diagnóstico y monitoreo ambiental. Además, en una especie de vestidor, lleva listos los trajes encapsulados que se usan en esas labores, para que los bomberos se los pongan fácilmente.
En el techo tiene dos compartimentos para llevar productos absorbentes y dentro del carro hay una espacio con equipos detectores de radiaciones.
Además, cuenta con una torre de iluminación que se maneja de forma remota, es decir, la puede operar un bombero estando en un sitio retirado, sin necesidad de ir a direccionarla.
La unidad tiene un espacio previsto para poderle instalar una cámara infrarroja la cual se espera adquirir en el futuro.
Ese equipo permitiría que al llegar a una escena donde haya un estañón o un bulto sospechoso, los bomberos puedan saber previamente si está caliente o si hay una reacción en proceso.
También se le puede dotar de un dron, que valore la escena de primera entrada, sin tener que arriesgar a los bomberos.
En cuanto a los cabezales, estos tienen capacidad de arrastre de 80 toneladas de agua.
Con ellos se evitará depender de hidrantes, pues los bomberos pueden llevar el líquido para actuar más rápido, principalmente si el fuego está en zonas, donde no hay hidrantes.
Para el Cuerpo de Bomberos es es una gran carencia el no tener un helicóptero
El jefe de operaciones de los Bomberos, afirmó que por lo alto del costo, ya que cuestan unos $10 millones, es difícil adquirirlos, pero eso sigue como un reto a futuro.
Salas explicó que los helicópteros son ideales para búsqueda y rescate de personas, así como para emergencias acuáticas e incendios forestales.
“Es una gran necesidad. Por ejemplo, si ocurre una emergencia y se bloquea la carretera a Limón después de Siquirres, esa provincia queda aislada por vía terrestre y solo se puede llegar por aire”, dijo.
Los helicópteros también son de gran ayuda para atender emergencias en zonas indígenas remotas.
Actualmente esto se logra con aeronaves del Ministerio de Seguridad Pública.
Para mejorar la comunicación con estas comunidades, hay 10 bomberos aprendiendo el dialecto cabécar.
Los bomberos Turrialba y Juan Viñas se organizaron y reciben un curso que imparte la Universidad de Costa Rica.
En regiones como Grano de Oro, Nimariñá y otros, se atienden pocos incendios en casas, porque no hay electricidad, pero hay incendios forestales porque ellos acostumbran limpiar terrenos con fuego antes de sembrar.
Tatiana Zamora, bombera de Turrialba, explicó que ya superaron la parte del curso que les permite preguntar el nombre del paciente, de dónde viene y qué emergencia tiene.
También pueden pedir direcciones y preguntar por dónde se entra a sus poblados.
“Se les puede preguntar si hay personas en riesgo y si hay ríos cerca para obtener agua, entre otros datos”, acotó.