La Fiscalía Penal Juvenil citó a 62 alumnos de cinco colegios limonenses para proceder a revisar sus teléfonos celulares, decomisados el pasado 10 de noviembre en una investigación por supuesta venta de respuestas de pruebas de bachillerato.
La fase de apertura de las evidencias se inició ayer alrededor de las 7:30 a. m. en los Tribunales de Justicia de Limón.
La oficina de prensa del Ministerio Público indicó que convocaron a 46 de los estudiantes; la diligencia se extenderá durante esta semana.
Tres horas más tarde, varios padres que acompañaban a sus hijos comentaron que solo uno de los jóvenes había salido.
El trámite queda pendiente con otros 16 alumnos, entre el grupo al que le fue incautado el teléfono, debido a que se presume que el aparato fue el medio por el que recibieron las respuestas.
En esta causa están imputados el director de un colegio, de apellido Acevedo, y un delegado del Ministerio de Educación Pública (MEP), apellidado Zapata.
A ellos se les achaca el delito de concusión, cometido por el funcionario público que “abusando de su calidad o de sus funciones, obligare o indujere a alguien a dar o prometer indebidamente, para sí o para un tercero, un bien o un beneficio patrimonial”.
La Fiscalía señaló que, según lo que surja de los celulares, también podría acusar a estudiantes, en su caso, por el delito de penalidad del corruptor, que se refiere a quien “ofrezca o prometa a un funcionario público una dádiva o ventaja indebida”.
El MEP también tiene abierto un proceso disciplinario.
Investigación. La pesquisa en este caso se inició después de que una madre presentó la denuncia.
El Ministerio Público descubrió que, al parecer, la irregularidad se dieron con los exámenes de Español y Matemáticas.
Supuestamente, Zapata recogía las pruebas más temprano de lo que debía, luego se las pasaba a Acevedo, quien las resolvía.
Ya con las respuestas listas, Acevedo las enviaba por mensajes de WhatsApp a alumnos de los cinco colegios, quienes, a su vez, las vendían a compañeros.
El 10 de noviembre, las autoridades allanaron el colegio privado Gilander, en Batán de Limón, donde Acevedo era director.
Se siguió el mismo procedimiento en el Colegio Experimental Bilingüe de Siquirres y los liceos de Venecia, Matina y Cuba Creek, ubicados en Matina.