Los responsables de hacer llamadas falsas, indebidas o morbosas al Sistema de Emergencias 9-1-1 se aprovechan ahora de los teléfonos prepago para ocultar su identidad.
Aunque el organismo tiene el número de teléfono, se ve imposibilitado para localizar al propietario de la línea pues, en algunos casos, no aparece registrado en la base de datos de las empresas y, en otros, el usuario bota el chip, que cuesta ¢500 o ¢1.000, para evitar la multa, que este año es de ¢101.000.
Gerardo García Murillo, vocero del 9-1-1, comunicó que el año pasado recibieron un total 5.545.000 telefonemas, de los cuales 27.664 fueron calificados como indebidos, falsos o morbosos.
El funcionario agregó que hacer caso a esas llamadas significa un atraso para los operadores, quienes podrían dejar de atender una emergencia real.
García advirtió de que tampoco pueden cortar la llamada ni responder a los insultos.
Poca efectividad. La abogada María Inés Venegas Poveda, del Departamento de Soporte Jurídico del 9-1-1, dijo que luego de analizar cada una de las llamadas falsas del 2014, se tramitaron sanciones para 310 usuarios. La multa ascendía a ¢99.000 el año pasado.
Venegas comentó que algunos son reincidentes y tienen dos o más multas.
El monto global asciende a ¢31 millones que, según la Ley de Creación del Sistema de Emergencias 9-1-1, N.° 7.566 , deben destinarse a programas de capacitación para disminuir las llamadas falsas y mejorar enlaces de entidades que atienden las alertas.
La ley solo prevé multas para clientes del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y se cobran en el recibo de los teléfonos fijos o celulares pospago.
“Cuando se creó la ley (1995), no se había dispuesto la apertura. Ya estamos redactando un proyecto de reforma para incluir a las otras operadoras. Estamos en ese proceso. No es tan fácil implementarlo”, dijo Venegas.
Incremento. El tema de las sanciones para las llamadas falsas cobró relevancia en Semana Santa, pues se produjo un incremento significativo. En esos días se recibieron 539. La semana anterior hubo 439. “Pasó de un promedio diario de 62 a 77”, precisó Gerardo García.
La preocupación de la entidad se debe a que durante el fin de semana siguiente (11 y 12 de abril), la cantidad de alertas indebidas fue bastante alta. Los funcionarios del sistema lo atribuyeron a la realización del clásico (partido entre Saprissa y Alajuelense).
María Inés Venegas manifestó que los usuarios deberían ser más conscientes.
“Sabemos que erradicar las llamadas falsas es imposible porque incluso es un fenómeno mundial. Nosotros no hacemos una búsqueda implacable de los responsables pero, si logramos descubrirlos, les hacemos el procedimiento administrativo y se les aplica la multa”, concluyó.