San Carlos. Un reo, quien se dio a la fuga a pie y desarmado de la cárcel La Marina, en San Carlos, murió a las 3:10 a. m. de este jueves, luego de que un policía penitenciario le disparó en cuatro ocasiones.
La víctima fue John Marcos Martínez Gómez, de 22 años, quien cumplía prisión preventiva desde el 30 de mayo, por ser sospechoso de robo agravado y lesiones leves.
Minutos antes de que muriera, Martínez y otro reo, llamado José Ramón Jirón Moreno, se escaparon de la prisión, por medio de un boquete que hicieron en el baño de la celda, según Pablo Bertozzi, director de la Policía Penitenciaria.
“Desprendieron los puntos de soldadura, ingresaron al cielorraso, se deslizaron, llegaron hasta donde está el alero y cayeron a un patio. En la huida se brincaron una malla, pasaron por una zona verde, saltaron otra malla y se tiraron a la calle”, relató Bertozzi.
Cuando el policía, quien estaba en el fortín, observó que los dos privados de libertad huían de la prisión, disparó en varias ocasiones, agregó el jefe policial. Las autoridades se reservaron la identidad de ese oficial.
Según el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), cuatro de esos balazos impactaron a Martínez en el tórax, el abdomen, el brazo derecho y la pierna izquierda.
Jirón, quien está sentenciado a 43 años de cárcel por violación e incumplimiento de medidas de protección, fue recapturado a las 6:45 a. m., de este jueves, a tres kilómetros de la prisión, en Aguas Zarcas.
Protocolo no muy claro. Bertozzi consideró que el oficial actuó como debía hacerlo.
“El protocolo indica que una vez que el funcionario se percata de la evasión, dispara hacia el suelo con la finalidad de dejar en evidencia que se están fugando. Eso sirve de referencia para que otros oficiales que están en el centro, reaccionen”, dijo.
Empero, el jefe policial aseguró que la actuación de los efectivos en una fuga de reos varía dependiendo de las circunstancias que se den.
“No se puede definir que pueden disparar si (el privado de libertad) se brinca la malla o si saca la cabeza por la ventana. Eso no puede ser. Las circunstancias determinan el tipo de fuerza y la proporción de la fuerza que puede utilizar.
”Lo que queda es determinar, con las autoridades, si el uso de la fuerza empleada (el jueves) fue la que proporcionalmente correspondió o no”, explicó Bertozzi.
Cecilia Sánchez, ministra de Justicia, lamentó la muerte de Martínez y respaldó la opinión del jefe policial Bertozzi.
“Es muy difícil dosificar o cuantificar el modelo de reacción que se pueda tener ante estas circunstancias (...), dependerá de cada situación particular, pero, en la medida de lo posible, hay que evitar el disparo al cuerpo de la persona que está en fuga”, agregó la ministra.
¿Por qué disparar si el prófugo no estaba armado? Sánchez respondió que aunque hay que esperar el resultado de la investigación, se debe tomar en consideración que la fuga fue en la madrugada, cuando aún está oscuro.
“Suponemos que es difícil, en esas condiciones, poder percibir si la persona está o no armada”, puntualizó la jerarca.
Alba Campos, fiscala adjunta de San Carlos, dijo que abrieron una causa penal por el homicidio simple en perjuicio de Martínez.
“Si pudo detenerlo de otra forma, enfrentará el proceso como cualquier otra persona (...). Por ahora, nada justifica el que se haya hecho eso”, expresó Campos.
Agregó que se podría tomar en consideración si hubo alguna causa de justificación, que implica que estaba en cumplimiento de la ley, en estado de necesidad o en legítima defensa.
“Si la defensa alega que hubo algo de eso, lo evaluaríamos”, concluyó la fiscala.