El padre de una niña de sexto grado, de una escuela de Heredia, alegó que tuvo trabas en el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y la Fiscalía para denunciar que su hija, así como cuatro compañeras de ella, recibieron llamadas eróticas a sus celulares.
El caso se tramitó, entonces, ante el Juzgado Contravencional de Heredia por llamadas mortificantes, en una causa contra ignorado.
El padre de familia, cuyo nombre se mantiene en reserva, dijo a La Nación que le molestó la falta de reacción de la Policía, cuando los papás de las cinco menores presentaron la denuncia, ya que no se la quisieron recibir en conjunto.
Edwin Retana, fiscal adjunto de Alajuela, comentó que esta práctica es delito de seducción o encuentros con menores por medios electrónicos y se castiga con prisión hasta tres años.
Retana explicó que si al padre de familia no le reciben la demanda, debe insistir, pues considera que podría haber un desconocimiento de parte de quienes atienden denuncias, porque el delito se aprobó en abril del 2013. También aclaró que la llamada al menor de 15 años debe tener contenido sexual.
El miércoles anterior, la Fiscalía de Alajuela alertó a la población sobre un hombre que ha estado llamando a niñas a sus celulares, para proponerles que se desnuden, que describan sus partes íntimas y se introduzcan dedos en la vagina.
En el caso del padre de Heredia, este pudo relatar los hechos a una jueza contravencional, el 24 de febrero pasado, pero hasta ahora el caso no ha sido resuelto.
Según la denuncia, el 21 de febrero, en la noche, un sujeto llamó a su casa y la menor de 12 años contestó el teléfono. El hombre le pidió los números de otras compañeras, al decirle que les iban a dar un premio de parte de la escuela.
Los padres, al enterarse de esa llamada, cortaron la comunicación, pero posteriormente la persona volvió a llamar al celular de la niña y cuando la madre atendió, el individuo dijo obscenidades e insistía en que si se encontraba sola.
“Las autoridades judiciales nos dijeron que no había nada más que hacer. Entonces, uno se siente desprotegido en ese sentido porque es la niñez a la que el Estado debería proteger. Me pareció que para unas cosas si son diligentes, pero en otros casos no”, manifestó.El progenitor señaló que recibieron información de que la llamada hecha al celular de su hija provino de la cárcel La Reforma.