A partir del próximo mes, quienes quieran ingresar a una cárcel para visitar a un reo deberán estar en una lista de 15 nombres que aportará el recluso y que solo puede modificarse cada semestre.
El Ministerio de Justicia empezó a distribuir, desde la semana anterior, una circular en la que se informa a los presos sobre esa situación, lo cual ya generó molestia en algunos privados de libertad.
De acuerdo con Pablo Bertozzi, director de la Policía Penitenciaria, con esta medida se busca tener un control de quienes visitan a los reclusos y prevenir que ingresen personas a vender droga, prostituirse o amenazar a los reos.
"A los centros penales entra gente de todo tipo, personas que llegan a meter drogas o para mantener vigentes operaciones criminales desde la cárcel. Sabemos que hay una red de prostitución, personas que llegan a prestar servicios sexuales a las cárceles", aseveró Bertozzi.
Por ejemplo, recientemente pasó un caso donde una mujer llegó a visitar a una privada de libertad y cuando la reclusa salió para atenderla, resultó que no la conocía y la visitante la empezó a amenazar para que no declarara en un juicio, explicó.
Actualmente, los privados de libertad pueden recibir a tres adultos en los días de visita. Sin embargo, otros reos que no atienden a nadie dicen que los van a visitar a ellos, para ayudar a otros compañeros que ya completaron la cuota. Esto permite que algunos internos reciban hasta 10 personas en una sola jornada.
Esos tres adultos por día se mantienen con la nueva circular; no obstante, deben estar en la lista de los 15.
"El sistema de visitas busca tener un control efectivo de la población privada de libertad y saber quién es la persona que visita al recluso. Esto ocurre porque sabemos que en centros penales están ingresando personas que no tienen relación con el privado de libertad o, a pesar de que tienen relación, se convierten en personas que cometen delitos", enfatizó el funcionario.
Bertozzi explicó que desde la semana pasada se empezó a entregar el documento a los presos y están dando un mes para que llenen la información (nombre completo del visitante, cédula, dirección de la casa y teléfono).
Paralelo a la nueva directriz, los visitantes deben apegarse al nuevo sistema informático de registro de visita, el cual empezó a utilizarse en las cárceles en diciembre del año pasado. Con ese programa de cómputo el visitante solo debe presentar la cédula y el sistema le indica al policía penitenciario a cuál o cuáles reos visita, el teléfono y la dirección.
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La idea es que en los próximos meses, las 15 prisiones que tiene el país estén utilizando el sistema de cómputo y dejen de lado el papel, añadió Bertozzi.
Molestia por directriz
Pese a que Justicia alega que con esto se quiere controlar quiénes visitan a los presos, algunos familiares de reos y sus abogados han manifestado su oposición.
Tal es el caso del jurista Rafael Rodríguez, quien expresó que limitar con 15 personas la visita va en contra de los derechos de los privados de libertad.
"Están limitando a alguien que pueda tener una familia mucho mayor. Se está limitando el derecho de tener contacto con la familia y la sociedad, que es el principio de la resocialización.
"Si el visitante no está en esta lista no puede ir. Tengo clientes condenados y no son 15 personas en la familia", manifestó Rodríguez.
El abogado dijo comprender que se limite a tres visitantes por día, pero no que se diga quiénes son los que pueden visitar.
Por su parte, Bertozzi rechazó ese tipo de comentarios y dijo que 15 personas es "generoso".
"No existe una limitación, es un centro penal, hay reglas de comportamiento y acceso. 15 personas a nivel internacional es un número amplio, más bien generoso", añadió el funcionario.
El Ministerio de Justicia también espera implementar en las cárceles, a corto plazo, un sistema de identificación de visitantes por huella dactilar.