El Juzgado Penal de Pérez Zeledón dejó en libertad a la mamá, al tío y a la abuela, quienes fueron detenidos este miércoles por ser sospechosos de torturar a una niña de 4 años.
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La disposición la confirmó la Fiscalía por medio de un comunicado de prensa, en el que detallaron que el juez impuso otro tipo de medidas cautelares diferentes a la cárcel en contra de los imputados de apellidos Zúñiga (madre y tío) y Jiménez (abuela).
La madre solo deberá firmar cada 15 días en un juzgado, mientras que el tío y la abuela deberán cumplir con esa medida y también con la prohibición de acercarse a la víctima a menos de 300 metros.
Con esto, el juez rechazó la solicitud planteada por el Ministerio Público de imponer tres meses de prisión preventiva en contra de los sospechosos.
La Fiscalía informó de que apeló esa resolución. De momento, se debe esperar a que se fije fecha para esa nueva audiencia.
Ante esto, el departamento de prensa del Poder Judicial indicó que se impusieron esas medidas y no la prisión preventiva porque los sospechosos cuentan con arraigo domiciliario y porque la menor está bajo el cuido del Patronato Nacional de la Infancia (PANI).
La entidad agregó que, si los imputados incumplieran lo ordenado, se les dictaría prisión preventiva inmediatamente.
Vida llena de tortura
La menor, de 4 años, dormía en el entrepiso, comía jabón, la quemaban con cigarros en el vientre, le pegaban con una manguera en la espalda, tenía un alto grado de desnutrición y su nariz está fracturada.
El 27 de febrero, el PANI conoció del caso cuando una trabajadora social visitó la vivienda, ubicada en Ojo de Agua de Pérez Zeledón.
En ese momento, la funcionaria se percató de las condiciones en las que vivía la menor, quien fue trasladada de urgencia al Hospital Escalante Pradilla y días después al Hospital Nacional de Niños, donde se recupera.
El 1.° de marzo, al enterarse del caso, la Fiscalía de Pérez Zeledón abrió una causa de oficio. Ese mismo día un fiscal, un trabajador social y un forense acudieron al centro médico local para intentar que la menor les contara sobre lo sucedido, pero ese día ella no les quiso hablar. Al día siguiente volvieron a insistir y ella les indicó que quienes la agredían eran su mamá, su tío y su abuela.
Según valoraciones realizadas en Medicatura Forense, la víctima tiene una fractura en la nariz, está desnutrida lo que le provocó la caída del cabello, tiene marcas de quemaduras de cigarro en el cuerpo y golpes provocados, en apariencia, por un chilillo.