Un extranjero de 48 años estuvo encerrado 17 meses en el centro penitenciario La Reforma, en Alajuela, cumpliendo la condena dictada contra otro sujeto.
Todo por un error de las autoridades, que lo confundieron con Francisco Flores, un hombre de más de 70 años, condenado a cuatro años por el delito de abuso sexual contra menor.
Ni siquiera las fotos coincidían, resaltó ayer un comunicado de la Sala Constitucional, la cual declaró con lugar un recurso de habeas corpus interpuesto por el abogado Óscar Barrantes, quien representa al nicaragüense que estuvo detenido.
En un comunicado de prensa, la Sala aclaró que el ofendido quedó libre días atrás, debido a que, cuando le consultaron al juez encargado de la causa por este caso, él solicitó una prueba pericial que confirmó el error, por lo que “ordenó de inmediato la libertad” del foráneo.
Pese a que los magistrados resaltaron la diligencia del juzgador para “enmendar tan grosero entuerto”, también señalaron “ preocupación por la indiferencia y negligencia de todos los otros funcionarios involucrados en el caso, quienes hicieron oídos sordos de las manifestaciones del tutelado”.
En la resolución y ante “la gravedad de los hechos”, la Sala reprochó al Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y a Adaptación Social, del Ministerio de Justicia, por los errores cometidos en el proceso.
Asimismo, ordenaron al Ministerio Público analizar si se cometió delito por parte de los funcionarios, así como solicitó enviar informes al director del OIJ y a la Inspección Judicial.
La oficina de prensa de la Sala detalló que el voto está en proceso de redacción, por lo que no podía brindar más detalles.
Se intentó conversar con el abogado Barrantes, pero ayer no estuvo disponible pues se encontraba fuera de San José.
Aprehensión. Según el expediente de este caso, el afectado dijo llamarse Francisco Flores al ser detenido en setiembre del 2013 en un retén policial en Pavas.
Cuando los policías consultaron en el sistema, detectaron que Flores era requerido para que cumpliera una condena. Por ello, los agentes de la Sección de Cárceles del OIJ lo detuvieron y lo remitieron a Adaptación Social.
El 23 de setiembre de ese año, el nicaragüense ingresó a La Reforma, de donde salió hasta el 18 de febrero pasado, cuando el juez de Pavas se percató de que se había cometido una equivocación.
Mariano Barrantes, director interino de Adaptación Social, explicó ayer que la identificación del detenido le corresponde al OIJ y que, una vez dentro del sistema penitenciario, se hace un registro de control interno.
Indicó que, si algún preso alega que hubo un error de identidad, de edad o algún otro, se activa un mecanismo de verificación con las autoridades judiciales. Sin embargo, reconoció que eso no ocurrió en este caso.
“Lo único que él adujo es que no era de apellido Flores, sino que su nombre y segundo nombre eran así, Francisco Flores, y que se le estaba adicionando como apellido”, detalló Barrantes.
Añadió que, en otra ocasión, cuando el foráneo ya estaba en prisión, decía que no había cometido ese delito. “Sin embargo, el 100% de las personas privadas de libertad por el delito de abuso sexual son negadores, entonces no es un hecho significativo. El nunca reclamó que no le correspondía estar preso”, alegó el jerarca.
Barrantes dijo que el verdadero Francisco Flores, culpable del delito de abuso sexual contra menor, no ha ingresado a la cárcel.
Por su parte, el director del OIJ, Francisco Segura, manifestó ayer no tener detalles del incidente, pero apuntó que estas situaciones ocurren por diversas razones, entre esas, que la persona se haga pasar por otra.
Resaltó que, cuando se hacen aprehensiones primero se toman los datos personales y luego se verifican las huellas dactilares. No obstante, dijo que el OIJ no tiene la base de huellas completa que sí tiene el Registro Civil, sino solo un archivo de quienes han sido detenidos antes.