El Ministerio Público tiene dos hipótesis: que el italiano Michel Popeo sea el cerebro del presunto fraude registral con varias fincas ganaderas en San Carlos y Guatuso o que él sea solo un testaferro, utilizado como ‘frenteador’ y que detrás estén los intelectuales.
Así lo confirmó a La Nación el fiscal de Fraudes, José Pablo Miranda, quien sostuvo que ninguno de los supuestos está confirmado, pero la línea de investigación está dirigida a comprobar cuál ha sido la participación del europeo.
En caso de que se determine que Popeo solamente era un testaferro, Miranda explicó que la figura del traductor Jaime Jarquín tomaría fuerza como la cabeza del grupo investigado. A este último lo indagaron ayer.
Pese a que los supuestos fraudes fueron denunciados en junio pasado por los ganaderos, las autoridades judiciales no han logrado localizar al extranjero, quien se ha presentado ante distintos notarios con el pasaporte AA0063035.
Sin embargo, la Dirección de Migración y Extranjería no reporta entradas ni salidas al país con esa numeración. Esto podría ocurrir, tal vez, porque el foráneo cuenta con pasaportes diferentes que utiliza para viajar.
“Dentro de nuestra inteligencia, no hemos podido ubicarlo. Hemos estado rastreándolo. A nivel de Migración no reporta entradas ni salidas. Nosotros no estábamos esperando detenerlo (este jueves), si lo encontrábamos, bienvenido sea, pero el objetivo era otro”, expresó el fiscal.