Aguirre. Un cocodrilo hembra de 2,10 metros de largo, que se paseaba por el centro de la ciudad de Quepos, fue atrapado ayer por varios bomberos y con la ayuda de oficiales de la Fuerza Pública.
El reptil fue localizado a las 11:30 a. m., contiguo a la Escuela República de Corea, luego de que salió del estero sin atacar a nadie.
Los primeros que lo divisaron fueron turistas y vecinos, quienes alertaron del hallazgo por medio del Sistema de Emergencias 9-1-1.
Para reducirlo a la impotencia, los bomberos le lanzaron un trapo para taparle los ojos y luego, con un mecate, sujetarle las patas, describió Juan Castro, jefe cantonal de la Fuerza Pública de Quepos.
Vivía en alcantarilla. Yeimy Gamboa Pérez, bióloga y coordinadora de Vida Silvestre de la oficina regional del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac) en Aguirre y Parrita, dijo que el cocodrilo se asomaba por una alcantarilla, donde vivía desde hacía algún tiempo.
“Presentaba unas heridas en el hocico, al parecer producidas a la hora en que fue manipulado. Físicamente estaba bien, aunque lucía cansado”, aseguró Gamboa.
La experta agregó que la alcantarilla de aguas pluviales va a dar a la quebrada Los Padres, donde entra la marea y parte del manglar. Por allí pudo haber ingresado.
“Se les suele lanzar un trapo encima en los ojos para que no se estresen y así poder manipularlos sin riesgos”, manifestó Gamboa.
Una vez reducido a la impotencia, fue transportado en un pick- up del Sinac-Minae, donde lo revisarán, para luego reubicarlo.
Casos frecuentes. Según Gamboa, durante este año han sido frecuentes las llamadas para rescatar cocodrilos. Por mes, registran un promedio de dos casos.
Enfatizó que lo que se cree es que cuando hay época de apareamiento, los cocodrilos empiezan a movilizarse de un punto a otro.
“Los animales más grandes se ponen más violentos, por lo que los más pequeños deciden migrar”, manifestó Gamboa.
La semana anterior, otro cocodrilo de 3,20 metros, fue recuperado dentro de unos condominios en playa Bejuco (Parrita), donde había sido visto en repetidas ocasiones.
El lunes pasado, en playa Jacó (Garabito), un socorrista y buzo experto de la Unidad Acuática de la Cruz Roja rescató a un cocodrilo que desde hacía una semana sembraba el temor entre los turistas. Registró un peso de 350 kilos y medía 3,20 metros de largo. Además, calcularon que tiene unos 80 años.