Un cajero de BAC San José compró dos automóviles del año en solo 10 meses, luego de que, supuestamente, se aprovechó del cargo para sustraer ¢100 millones.
El sospechoso, apellidado Solís, de 22 años, fue detenido ayer en la mañana por agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de la delegación de Heredia.
Anteriormente, Solís registraba su domicilio en una alameda de Hatillo 8, en San José, pero recientemente se trasladó a una vivienda alquilada dentro del residencial Milenio, en Mercedes Sur de Heredia.
Las autoridades lo detuvieron allí y se incautaron de dos automóviles, valorados en $90.000 (¢45 millones, según el tipo de cambio), una motocicleta y todo el menaje que había en el inmueble.
Entre lo decomisado, había pantallas planas, electrodomésticos, equipos de sonido, muebles, máquinas para practicar ejercicio y otras pertenencias.
Solís se graduó hace seis años en el Liceo Roberto Brenes Mesén. A los 19 años comenzó a laborar en el BAC San José y estaba destacado en cajas auxiliares de esta entidad, las cuales se ubican dentro de empresas privadas.
La semana pasada, el Banco finalmente lo despidió tras realizar una investigación por un millonario faltante de dinero en los cierres de caja.
Compras. De acuerdo con información del Registro Nacional, el 18 de octubre del 2012, Solís adquirió su primer carro. Se trata de un Hyundai Santa Fe GL, año 2013, valorado en ¢17,3 millones.
El vehículo fue pagado en efectivo y la Policía lo decomisó ayer en el garaje de la vivienda en Mercedes Sur, Heredia.
El cajero, quien tiene un salario aproximado a los ¢325.000, volvió a comprar otro auto nuevo la semana pasada. Esta vez, sacó de la agencia un Honda Crosstour EXL, año 2013, valorado en ¢28 millones.
Según consta en el Registro Nacional, el joven cajero pagó una parte en efectivo y, por el saldo de ¢13,5 millones, firmó una prenda que pagaría dentro de un mes.
Ese contrato se inscribió el 20 de agosto y, de acuerdo con los términos, debe cancelarse el 23 de setiembre a favor de Franz Amrhein & Co. Sociedad Anónima.
¿Qué hacía? En la investigación que realizó el Banco, en conjunto con agentes judiciales, se determinó que el sospechoso habría comenzado a cometer su delito desde hace aproximadamente un año.
La entidad bancaria ubicaba a Solís solamente en cajas auxiliares en las instalaciones de empresas privadas. Una de ellas está en San Joaquín de Flores, Heredia.
En esa sede, Solís se dedicaba exclusivamente a recibir los dineros que camiones repartidores de esa empresa privada recogían durante el día.
Cuando el cajero realizaba los depósitos de efectivo, ingresaba el dato al sistema contable y daba a entender que el dinero había sido pasado a tesorería cuando, en realidad, solamente depositaba una parte de la cantidad recibida.
Consultado por La Nación , Gerardo Corrales, quien se desempeña como gerente de BAC San José, declinó referirse al caso.