El Banco Nacional alegó que una confusión con la identidad de la transexual que solicitó la tarjeta BN Mujer, fue lo que provocó que se demoraran en entregarle el plástico a la clienta.
La ofendida, Katherine Salazar Ochoa, interpuso un recurso de amparo el martes contra la sucursal del Banco Nacional (BN) en plaza Cristal, Curridabat. “Me retuvieron la tarjeta por no poder comprobar mi identidad; fui víctima de la transfobia (discriminación hacia las personas transgénero)”, argumentó.
La Nación intentó conocer la posición del banco el martes, pero la oficina de prensa dijo que no se pronunciarían.
Sin embargo, el miércoles por la tarde, Mishelle Mitchell, directora de Relaciones Corporativas y de Responsabilidad Social del BN, envió un correo electrónico para explicar la posición de la entidad. “El incidente tiene como origen la inconsistencia entre la información registrada en nuestros sistemas y la cédula presentada por la denunciante (Salazar). En virtud de esa inconsistencia, se demoró la entrega del plástico en resguardo de los fondos de la titular de la tarjeta”.
Agregó: “Cabe recalcar que la inconsistencia en cualquier elemento de la identidad de un cliente es causante de un proceso de verificación y validación”.
En el recurso, Salazar denuncia que, cuando volvió a la sucursal acompañada de su novio para pedir explicaciones, la subgerenta no los atendió y reportó a la Policía una riña. La Fuerza Pública les pidió que se retiraran del local.
“Es preciso mencionar que un estado alterado del compañero de la denunciante fue lo que motivó la llamada al 9-1-1. (...). En presencia de gritos, ofensas o conductas fuera del orden común en una oficina, se da aviso a las autoridades”, añadió Mitchell en el correo.
La directora de Relaciones Corporativas señaló: “El gerente de la oficina de Desamparados ofreció entregársela a domicilio y la interesada lo rechazó. Posteriormente, la clienta accedió a recibir la tarjeta junto con las disculpas por escrito de la institución por la demora”.