Los productores de papa y repollo de las zonas altas de Turrialba y Cartago están preocupados porque si la ceniza del volcán Turrialba continúa cayendo sobre el terreno sembrado, las pérdidas serán millonarias.
Los paperos estiman que las pérdidas económicas de una hectárea son de ¢3.5 millones, solo en producción.
Eduardo Rodríguez, agricultor de la zona, calcula que han perdido unas 40 manzanas de cultivos. Le preocupa que se pierdan los repollales, ya que la mayoría se siembra en ese sector.
De momento los productores están aprovechando la lluvia para atomizar los productos y abonarlos con calcio para disminuir la acidez, aunque ellos mismos dicen que es solo una alternativa, ya que no está comprobado que funcione.
"Se va sacando lo que se puede. Ahí se pone feo con lo de la ceniza, trabajar con lluvia es difícil, pero de momento nos ayuda a lavar el producto", comentó Luis Guillén.
Para los productores de leche el problema es que las vacas pueden tolerar cierta acidez en el pasto y agua, pero según Mauricio Morales, ordeñador de La Central, ya los animales no toman igual cantidad de agua.
El volcán sigue con la emanación de gases y lluvia ácida, así como una leve ceniza.
Según Carlos Ramírez, vulcanólogo de la Red Sismológica Nacional, los trémores (sismos volcánicos) también continúan.
“El volcán sigue activo. Por lo general, cuando hay ese tipo de señales es probable que puedan ocurrir erupciones importantes, hemos puesto más estaciones sísmicas en la cima del macizo”, resaltó Ramírez.
El comando central de operaciones se mantiene en constate comunicación con los expertos para coordinar la atención de la emergencia.
María Elena Montoya coordinadora del comando destacó que Turrialba centro es uno de los lugares más seguros.
“De momento la zona crítica es el sector de La central, en el distrito de Santa Cruz de Turrialba, debemos de estar tranquilos pero no podemos confiarnos”.
“Es una lástima que mas vecinos del centro de Turrialba no se acercaron a informarse cuando los convocamos para presentarles el plan de contingencia, solo unos cuantos llegaron a las actividades”, finalizó Montoya.