Una riña dentro de un bar, que se inició porque un cliente estaba fumando, terminó con dos hombres asesinados y una mujer herida en el apéndice.
Los fallecidos fueron: un hombre de apellidos Barboza Padilla (44 años), quien era hermano del administrador del negocio, y un sujeto de apellidos López Campos (33 años), quien, al parecer, era el guardaespaldas de Barboza.
El suceso fue reportado ayer alrededor de la 1 a. m. en San Rafael Arriba de Desamparados, cuando la Fuerza Pública recibió la alerta de que había una balacera.
Según dijeron los familiares de Barboza, él se encontraba en el bar Rancho Las Lomas, el cual administra su hermano.
En cierto momento, Barboza le pidió a un cliente que no fumara dentro del local; sin embargo, este ignoró la solicitud.
Aparentemente, la situación generó un altercado que terminó con una balacera.
“Todo comenzó con un pleito porque un muchacho fumaba dentro del bar. Luego (Barboza y el cliente) salieron del bar para resolver el problema y ahí sacaron a relucir las armas”, relató Katherine Chavarría, pareja de Barboza. Ella señaló que su compañero tenía un temperamento muy fuerte.
De acuerdo con la pesquisa preliminar del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), el guardaespaldas de Barboza salió del local para auxiliar a su jefe, pero también fue baleado.
El OIJ informó de que Barboza murió en el sitio de la disputa, mientras que López fue llevado en condición delicada hasta el Hospital San Juan de Dios, donde falleció minutos más tarde.
Según los registros de la Policía Judicial, López tenía antecedentes por cometer robos.
Hasta ayer por la tarde, los agentes judiciales desconocían la identidad del cliente que participó en el altercado, quien resultó ileso y es sospechoso de los crímenes.
La Policía inició una investigación y un rastreo por la zona.
Por su parte, la pareja de Barboza señaló que ella tampoco conocía quién era el sujeto. “A mí me llamaron a mitad de la noche y llegué por ahí de la 1:30 a. m.”, recordó.
Hospitalizada. La mujer que resultó herida durante la balacera tiene 30 años de edad y también es hermana del administrador del bar.
Ayer por la tarde, ella se recuperaba de una cirugía que le practicaron en el Hospital San Juan de Dios, pues, según sus familiares, una bala le afectó el apéndice.
Familiares explicaron que la mujer labora en el establecimiento que administra el hermano. Sin embargo, ni los allegados ni la Policía Judicial tenían claras las circunstancias en las que ella resultó herida.