Cartago
El temblor de 5,3 grados que sacudió este miércoles un amplio sector al norte de la provincia de Cartago, provocó un alud que cayó sobre tres fuentes de captación de agua, de las cuales se abastecían 4.000 habitantes del distrito de Capellades, cantón de Alvarado.
El alcalde de Alvarado, Juan Felipe Martínez Brenes, calificó el hecho como grave y de difícil solución, pues explicó que el terreno está inestable, se encuentra en plena montaña y se necesitaría meter maquinaria pesada para mover las piedras y troncos en un sitio inhóspito.
En su criterio, es más viable llevar el agua desde Pacayas, cabecera del cantón, hasta Capellades. Agregó que ese trabajo tardaría dos meses y cuesta ¢200 millones, de los que en este momento no dispone el municipio.
Martínez dijo que Pacayas tiene muy buenas nacientes y hay sobrante de agua.
"Este plan lo habíamos pensado desde hace bastante tiempo por los constantes problemas que se tienen con las tomas de agua para Capellades", expresó.
Este jueves, vehículos de la Cruz Roja y un camión cisterna se encargaron de distribuir agua potable a los pobladores. Asimismo, se había instalado desde el martes 23 de noviembre, en el centro del distrito, un recipiente de gran tamaño, del cual los vecinos toman agua para satisfacer otras necesidades.
Ese líquido lo traen de los acueductos comunales de Buena Vista y Colibanco, dijo José Andrés Solano Matamoros, un vecino de Capellades.
En opinión de Lisbeth Brenes Obando, otra pobladora del lugar, estar sin ese servicio no es nuevo. "Cada vez que llueve, nos quedamos sin agua".
Agregó que los vecinos lo que han hecho es dedicarse a recoger agua de lluvia.
LEA: Temblor de 5,3 grados fue sentido en el Valle Central
Más secuelas
El temblor que se produjo el miércoles a las 6:25 p. m., con epicentro en el distrito de Capellades, dejó, además, daños en cerca de 27 viviendas en los cantones de Alvarado, Jiménez, Oreamuno y en Turrialba, informó la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).
También, había decenas de deslizamientos sobre vías cantonales y en la calle que une a Pacayas con Santa Cruz de Turrialba.
Finqueros reportaron que se hicieron grietas en los terrenos. Hasta este jueves, ninguna persona había resultado afectada por la sacudida.
Aunque inicialmente hubo problemas con el suministro de electricidad, el servicio fue restablecido este jueves.
Una de las comunidades donde mayores daños hubo fue en San Martín de Irazú de Pacayas, donde 11 casas presentaban rajaduras en el piso, quebradura de vidrios o caída del cielorraso. Los daños se debieron a un hundimiento en el terreno.
El alcalde Felipe Martínez dijo que el problema es que esas construcciones se hicieron sobre rellenos o terrenos inestables.
La Red Sismológica Nacional (RSN) informó de que después del evento principal, se registraron 58 movimientos de entre 2 y 4,6 grados.
Empero, el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori) comunicó que las réplicas ascendían a 400.
Las entidades atribuyeron estos sismos a fallas locales, sin relación con el volcán Turrialba.