El juez coordinador del Tribunal de Trabajo de Goicoechea, Óscar Ugalde Miranda, reveló que una subalterna al parecer vende clandestinamente en la oficina licor traído desde Paso Canoas.
Así consta en dos oficios enviados por Ugalde a los miembros del Consejo Superior del Poder Judicial, el 22 y 26 de setiembre, de los cuales este diario tiene copia.
Previamente, ante versiones preliminares recibidas, el Consejo de Jueces del Tribunal de Trabajo le había comunicado a la mujer, el 21 de agosto, que dejaban de nombrarla en el cargo como técnica judicial 3, el cual venía desempeñando de manera interina, desde hacía cuatro años. El plazo vencería el 30 de setiembre.
En su lugar, el Consejo Superior nombró el 28 de agosto a otro funcionario en la misma plaza, pero en propiedad.
Sin embargo, el 8 de setiembre la auxiliar impugnó ese nombramiento ante ese Consejo y pidió que la mantuvieran en el puesto. La petición fue aceptada.
Denuncia. Según la oficina de prensa del Poder Judicial, la mujer denunció el 5 de setiembre ante el Tribunal de la Inspección Judicial a dos compañeros del despacho por aparente hostigamiento sexual.
Luego, el 17 de setiembre, se quejó de su superior jerárquico, Óscar Ugalde, por presunto acoso laboral.
En el caso de los dos compañeros, los hechos versan sobre unas supuestas proposiciones indecorosas a las que ella se negó, así como burlas en horario laboral.
Incluso, la mujer comunicó esa situación a la presidenta del Poder Judicial, Zarela Villanueva, por correo electrónico.
“Quiero aclarar que la denuncia ante la Inspección Judicial la presenté hasta la fecha arriba indicada, pues como trabajadora interina tuve mucho temor de las represalias que eventualmente pudieran tomarse contra mí, no obstante después de haber soportado todo esta penosa situación que me vi obligada a denunciar, se me causa un terrible daño, al dejarme sin nombramiento y por ende sin trabajo.
”De igual manera, por temor a los regaños del juez coordinador hacia mi persona y la intimidación que este causaba en mí al momento de externar su malestar, pues no solo me levantaba la voz, sino que golpeaba con fuerza y brutalidad su escritorio”, dice el texto enviado al Consejo Superior.
Ese último órgano decidió suspender el nombramiento del nuevo funcionario y mantener a la denunciante en el mismo puesto hasta que concluya la investigación de la Inspección Judicial. Por ser una presunta víctima, la ley contra el hostigamiento sexual prohíbe que por una queja de este tipo se sufran perjuicios en el empleo.
La Nación contactó, vía telefónica, a la denunciante y al juez Ugalde, pero ambos rechazaron contestar consultas.
Queja. El Tribunal de la Inspección Judicial confirmó que el 18 de setiembre el juez Ugalde interpuso una queja contra la subalterna porque, supuestamente, recibió amenazas de que si él no reconsideraba la decisión del nombramiento en la plaza vacante, ella presentaría una acusación en su contra por acoso laboral.
Ante la consulta de este diario, la oficina de prensa del Poder Judicial comunicó de que no podían referirse al fondo de las denuncias porque la investigación es confidencial.
Se añadió que los hechos descritos por el juez, donde se incluye el tema de la venta del licor, fueron conocidos por el Consejo Superior, en la sesión del 2 de octubre, en la cual se resolvió que no era posible emitir valoraciones, ya que están en trámite ante la Inspección Judicial.
Finalmente, indicaron que la Secretaría Técnica de Género asumió la representación de la denunciante.