El jefe médico del Hospital CIMA, Alejandro Ayón Lacayo, concilió ayer en una pugna relacionada con la franquicia de una panadería.
La gestión se realizó durante la tarde, luego de que las autoridades le impidieron salir del país, cuando él estaba por tomar un avión en el aeropuerto Juan Santamaría, en Alajuela.
La razón de la detención fue que Ayón, su esposa de apellido Calvo y una hermana de esta, fueron denunciados por una mujer de apellido Corrales, por el supuesto delito de fraude de simulación.
De acuerdo con la Fiscalía de Fraudes, Corrales era esposa del padre de las hermanas Calvo. Al morir, el hombre les heredó la franquicia de una panadería.
Ellos acordaron darle a Corrales un monto de dinero mensual por las ganancias; sin embargo, tras un año de cumplir con el trato, las hermanas Calvo le dijeron a la viuda que vendieron la franquicia y no podían darle más dinero.
La pesquisa determinó que en realidad se hizo un traspaso a una sociedad a nombre de Ayón.
Ayer, los denunciados acordaron darle dinero ese mismo día a la afectada y otras sumas en diciembre y enero.