Los Laureles, Siquirres. La Fuerza Pública desalojó ayer a 600 personas que desde hace unos dos meses habían invadido la finca La Modesta, en la localidad de Los Laureles de Siquirres, provincia de Limón.
El operativo policial se inició a las 6:30 a. m., cuando las autoridades le comunicaron a los precaristas que debían recoger todos los bienes y salir pues tenían que destruir los ranchos.
Algunos de los campesinos se mostraron molestos y se temió un enfrentamiento, pero luego de que tanto Erick Calderón, subjefe de la Fuerza Pública de Limón, como los asesores legales Wálter Solano y Warner Nájera dialogaron con los precaristas, estos aceptaron salir sin oponer resistencia.
Calderón manifestó: “De la forma más humana posible y considerando la época, les dimos un tiempo para salir de las tierras. Se les dijo que hay una resolución judicial para que desalojen. Un grupo estaba dificultando la situación, pero se conversó con ellos”.
Posteriormente, maquinaria privada procedió a destruir los ranchos de los precaristas.
La finca Los Laureles fue invadida luego de que en la zona “corrió el rumor” de que el dueño de la propiedad había fallecido y no había nadie que reclamara esas tierras.
Los precaristas hicieron ranchos con plástico, piola (tipo de mecate), laminas de zinc y otros materiales; además, pusieron cercas para demarcar los lotes.
Carlos Cubero Cascante, uno de los ocupantes de la finca, dijo que cuando llegó la Policía no tenía documentos que respaldaran la invasión. “Nosotros necesitamos dónde vivir”, alegó.
Otro de los desalojados, Xinia García, dijo que perdió su casa en un incendio y por esa razón ingresó a la finca.
Lidia González, ocupante de la finca, dijo que no tiene dónde vivir. “Esta era una buena opción, vamos a ver si el desalojo está en orden. Aquí hay familias pobres, el desalojo deja a muchos en la calle”.