El Tribunal de Apelaciones de San José ordenó ayer realizar, “a la mayor brevedad”, un examen psiquiátrico a una auxiliar de enfermería sospechosa de inyectar a una paciente del Hospital San Juan de Dios que murió minutos después.
La decisión la adoptó la jueza Ileana Guillén Rodríguez durante una audiencia en la cual prorrogó por seis meses la prisión preventiva a la imputada Ángela Barrantes Moreno.
Seyla Meza Pérez, abogada defensora de Barrantes, dijo que va a estar detrás del Ministerio Público para que se cumpla con la disposición, pues ese dictamen médico puede venir a aclarar muchas cosas del proceso.
Agregó que en este momento no puede decir si su representada tiene algún mal psiquiátrico, pues para ello necesita un dictamen de un profesional en esa área.
Sin embargo, mencionó que hasta el momento le ha sido difícil hablar con Barrantes, pues alegó que “no está en condiciones”, sin dar mayores detalles.
La sospechosa fue detenida el martes 7 de agosto por el homicidio calificado en perjuicio de Lilliam Arias Prendas, de 55 años. La víctima estaba internada en el San Juan de Dios cuando Barrantes llegó hasta su cama y le puso una inyección de una sustancia que le produjo la muerte. Ambas mujeres eran vecinas de la urbanización Los Contadores, en Desamparados.