San José (Redacción). Las autoridades investigan si los restos óseos que aparecieron esta tarde en San Antonio de Escazú son de una joven de 27 años, quien quedó sepultada en la avalancha del cerro Pico Blanco el 4 de noviembre pasado.
El hallazgo ocurrió un kilómetro antes de llegar a Calle Lajas, cuando el controlador de un tractor que realizaba labores de escombreo desenterró lo que parecían ser restos óseos.
Esa situación despertó la curiosidad de vecinos y familiares, quienes llegaron al sitio consternados para saber si se trataba de Solís.
Ronny Solano, médico de la Cruz Roja, confirmó que los restos eran humanos, pues se observaba la cadera, tronco, cabeza y las extremidades.
De inmediato, se dio la alerta al Organismo de Investigación Judicial (OIJ) para el levantamiento, y poder enviar los restos a la Medicatura Forense, donde se realizarán las pruebas de ADN.
La avalancha cobró la vida de 24 personas.