De manera sorpresiva, oficiales de la Fuerza Pública ingresaron el sábado al Centro Comercial del Sur para decomisarle a un maniquí humano, vestido de policía, la gorra y la camisa que tenía puestas en ese momento.
El inusual operativo ocurrió en horas de la tarde, en el segundo piso de ese centro comercial, ubicado en el barrio Naciones Unidas, en San José.
El maniquí era uno de ocho personajes que imitaban, entre otros, a un bombero, a un cruzrojista y a un deportista.
El joven que representaba con su vestimenta a un policía se apellida Herrera Sandí, de 19 años.
“Es lamentable que hayan despojado del uniforme a ese muchacho, pues lo que pretendíamos era identificar más a la gente, principalmente a los niños, con los servicios que presta un policía”, dijo Luis Diego Méndez, organizador de la actividad.
Según comentó Edwin Miranda, subdirector regional de la Fuerza Pública en San José, la acción policial se inició porque un miembro de la Policía detectó que la ropa utilizada por el modelo era real.
“Cuando se llegó al lugar, se fue con el fin de confirmar si la ropa era propiedad de la Fuerza Pública. Se verificó que, en efecto, la gorra y la camisa pertenecen a la Policía”, agregó Miranda.
Tras la verificación, los oficiales decomisaron las dos prendas. Las esposas y el pantalón que portaba el modelo no eran de uso oficial, según el informe policial.
“Cuando los oficiales decomisaron la ropa, el joven que la tenía puesta aceptó que se la había prestado un policía de Heredia para la actividad en el local comercial; sin embargo, rehusó identificarlo”, manifestó Miranda.
Simulación prohibida. Mario Zamora, ministro de Seguridad Pública, dijo que el caso está en investigación y que, si se identifica al policía que prestó el uniforme, se le abrirá un proceso disciplinario.
“En caso de que sean prendas oficiales del Ministerio, no son usables en actividades privadas y particulares, solo se pueden utilizar en el desempeño oficial del servicio. Nadie puede prestar un uniforme de policía; eso es una irregularidad absoluta”, agregó el ministro.
Además, dijo que si una persona utiliza alguna indumentaria policial, está cometiendo un delito.
“El hecho de que alguien simule ser una autoridad pública, sin serlo, es usurpar posiciones de autoridad”, afírmó Zamora.
Molestia. Por otro lado, Luis Diego Méndez, organizador de la actividad y dueño de la firma Eventos Altavoz S. A., quien empleó al joven vestido de policía, se mostró molesto por la actuación policial.
“La intención era rescatar los servicios por medio de un personaje real y, por esa razón, utilicé uniformes reales”, dijo Méndez.
Añadió que, casualmente, el personaje vestido de policía era el más atraía a los visitantes del local comercial.
Según Méndez, familias enteras, con niños de diversas edades, querían tomarse fotos con el maniquí humano vestido de policía.