Nuevo Equipo para pruevas de ADN al Pez Vela en SENASA, En la foto, Juan Miguel Cordero/Fotos: Alonso Tenorio/La Nacin
Un novedoso equipo donado al Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) trata de poner fin a la exportación del pez vela, gracias a las pruebas de ADN que se le practican al producto.
La comercialización al exterior de esta especie de picudos ( Istiophorus platypterus ) está prohibida desde hace tres años. Sin embargo, si está congelada, ahumana o en filetes, puede confundirse con otros pescados, como el atún.
La asociación Pronature entregó a Senasa hace más de un año un ‘nanodrop’ para cuantificar ADN, un termociclador para realizar pruebas de PCR y un documentador de geles para analizar ácidos nucleicos.
Antes de contar con la nueva herramienta, era casi imposible para los veterinarios autorizados por Senasa, determinar si había pez vela en contenedores durante las inspecciones a simple vista.
Precisamente, con los equipos donados se detectaron en el último año y medio dos empresas nacionales que intentaron sacar del país 15.000 kilos de pez vela como si fuesen de otra especie.
En esos dos casos, se pudo saber que era pez vela por medio del análisis de ADN realizado a las muestra del producto. Para esto solo se necesitan cinco milímetros cúbicos de tejido.
Enrique Ramírez, director de la Federación Costarricense de Pesca, dijo: “Como antes no había identificación de la secuencia del ADN, nadie se daba cuenta”.
El resultado positivo frenaría la exportación, permitiría decomisar el pescado y abrir una causa penal y administrativa contra la empresa.
Causas. Heiner Méndez, director legal del Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca), señaló que hay dos causas en la Fiscalía por los decomisos de 7.000 kilos de pez vela , ocurrido en Barreal de Heredia en abril del 2011, y de 8.000 kilos en un contenedor en Limón que iban para República Dominicana en julio pasado.
Méndez señaló que la multa por exportar pez vela es de hasta 25 salarios base (unos ¢9 millones).
Esa especie fue declarada en abril del 2005 como de interés turístico-deportivo, según la Ley de Pesca y Acuicultura .
Para la bióloga Ana Gloria Guzmán, la pesca tipo palangre ( con cuerda) está afectando mucho las poblaciones migratorias, entre ellas el pez vela.
Por eso, el Incopesca prohibió mediante acuerdo del 2009 la pesca de esa especie con carnada viva. A pesar de eso, si hay ejemplares de pez vela atrapados por pesca incidental, estos no pueden superar el 15% de la captura total y se podrán comercializar solo a lo interno.
Los expertos coinciden en que el valor agregado del pez vela cuando está vivo es mucho mayor que si está muerto.
Enrique Ramírez sostiene que un kilo de pez vela se vende a ¢1.400 en la calle, mientras que la Universidad de Costa Rica le otorga un valor de $3.000 vivo por el empleo y turismo que genera.
“A pesar de que esta especie es de interés turístico, se comercializa. No hay controles. Incopesca no tiene personal suficiente para tantos desembarcos”, comentó.