El desplome de un grupo de presuntos narcotraficantes, que según las autoridades encabezaba el empresario Ricardo Alem, empezó a tejerse mediante una bien hilvanada trampa que la DEA tendió al taxista Eliécer Arias Jiménez
En la declaración que rindió ante el Juzgado de Instrucción de Alajuela, ese hombre --de 33 años--, casado, padre de tres hijos y vecino de Guadalupe de Goicoechea, aseguró que se gana la vida como taxista y que es dueño de un abastecedor situado en esa misma ciudad.
No obstante, para la Agencia de Lucha Antidrogas de Estados Unidos (DEA) y la Policía de Control de Drogas (PCD) del ministerio de Seguridad Pública de nuestro país, Eliécer Arias Jiménez era la mano derecha de Alem.
Arias está incomunicado en las celdas judiciales de Alajuela desde el viernes pasado, en compañía de José Antonio Alem (hermano de Ricardo) y Felipe Cantillano Villalobos, chofer del empresario, todos requeridos por tráfico internacional.
Los agentes antinarcóticos del Ministerio de Seguridad arrestaron a Arias el viernes, aproximadamente a las 10 a.m., cuando se hallaba en su negocio. Hasta ayer se desconocía el nombre de su abogado.
La trampa contra Arias, según fuentes de la DEA, empezó el 22 de marzo, cuando un agente infiltrado se ganó su confianza hasta tal grado que ese le confió el envío de un cargamento a Estados Unidos.
Arias, según la DEA, le dijo al oficial que el narcótico debería ser entregado en esa nación a un contacto que lo esperaría em el aeropuerto de Miami y llevarlo a su último destino.
Para ese entonces, la Policía de Control de Drogas tenía intervenidos los teléfonos de Alem y del resto de los miembros de su grupo, por lo que continuó vigilando los movimientos de cada uno.
Los seguimientos culminaron el 1[[ordmasculine]] de abril, cuando el oficial de la DEA y Arias se vieron en una céntrica cafetería josefina.
Allí, según las autoridades, Arias le dio al policía la maleta con la droga para ser llevada hasta Miami.
En esa ciudad de Florida el agente entregó la cocaína a Blanca Isela Salas Alfaro, quien la puso en la cajuela de su vehículo. Pero a pocos metros del aeropuerto de Miami fue detenida por la DEA.
En relación con la valija que entregó al agente de la DEA, Arias alegó desconocer que se trataba de droga. En cuanto a su relación con Ricardo Alem declaró que nunca en su vida se había reunido con el empresario.
El taxista admitió, eso sí, conocer a José Antonio Alem pues a este le vendió un teléfono. Esta transacción fue confirmada por José Antonio en el mismo juzgado.
Arias prometió en ese despacho ampliar su declaración en los próximos días para referirse a la procedencia de la valija.