La capacidad que tienen para pasar inadvertidos favorece que el narcotráfico recurra cada vez más al uso de aviones ultraligeros, como un método para el trasiego de droga por Costa Rica.
Así lo percibe el ministro de Seguridad Pública, Gustavo Mata Vega, quien considera que hay un mayor uso de estos aparatos en lugar de las avionetas tradicionales.
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"Presumimos que hay un cambio de modalidad, porque ya empezamos a tener la capacidad de observar y escuchar lo que está pasando por nuestro espacio aéreo. Entonces, en lugar de usar aviones grandes, utilizan los ligeros, donde el radar no tiene cobertura", manifestó Mata este lunes, en una conferencia de prensa.
De acuerdo con Javier Moreira, subdirector del Servicio de Vigilancia Aérea (SVA), con este tipo de naves los narcos envían poca cantidad de droga, pero se aseguran de no ser detectados.
"Creemos que lo que están haciendo es un hormigueo, transportando drogas a poquitos y después sacan algo grande", manifestó el subjefe policial.
Moreira, quien es piloto de avión, comentó que un ultraligero tiene capacidad para transportar hasta 150 kilos de droga y, además de que pasa inadvertido, no requiere gasolina de aviación, sino que puede utilizar la que usa cualquier automóvil convencional, ya sea súper o regular.
Hallazgo en Quepos
Al mediodía de este domingo, el Ministerio de Seguridad fue alertado sobre la caída de un ultraligero en una pista abandonada en la Marítima de Quepos, Puntarenas, muy cerca de la costa Pacífica.
Al llegar al sitio, las unidades policiales encontraron la aeronave quemada, la cual llevaba la matrícula HJ-711. La simbología HJ es utilizada en matrículas de aviones ultraligeros de Colombia; sin embargo, la que portaba la nave es falsa, según comprobó la Policía con autoridades colombianas. No se encontraron rastros de droga.
Según el ministro Mata, la aeronave fue quemada con la intención de no dejar rastro alguno. También, a unos 800 metros, dentro de la misma propiedad, fue hallado un vehículo incendiado.
"Esta aeronave podría cargar los 150 kilos de cocaína. El hecho de que le hayan prendido fuego al avión y al carro nos hace pensar que fue para evadir alguna identificación, ya sea por huellas o rastros", aseveró Mata.
Vigilancia Aérea considera que la nave se accidentó debido a que el pasto estaba muy alto y se enredó en una rueda.
Hace poco más de de cuatro meses, el 13 de abril, un ultraligero –que se sospecha llevaba droga– cayó en Parrita, Puntarenas. En esa ocasión fue divisado por guardacostas cuando volaba a una baja altura sobre la costa. No obstante, cuando los policías llegaron al lugar ya el piloto no estaba, ni la carga que transportaba.
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Asimismo, en febrero del año anterior, un ultraligero con matrícula costarricense cayó sobre un campo en San Marcos de Guatemala. En ese caso el piloto abandonó la aeronave, la cual llevaba 32 paquetes de cocaína.
Informe al Ministerio Público
Desde el 5 de agosto del año pasado, el SVA y Aviación Civil habían detectado la pista abandonada donde cayó este domingo el ultraligero.
Mata explicó que se le había advertido al administrador del lugar que dicha pista podría ser utilizada para el aterrizaje de aeronaves ligadas al crimen organizado, pero el responsable alegó que no era así, que solo usaban esa zona para el paso de ganado.
Por esa razón, Mata anunció que averiguarán quién es el propietario del lugar para pasar un informe a la Fiscalía.
"En este caso en concreto se le va a informar al Ministerio Público para que identifique al dueño, para ver si tiene algún grado de responsabilidad", enfatizó el jerarca de Seguridad.
Policía sigue rastreo de pistas clandestinas
El Ministerio de Seguridad Pública anunció que a partir de esta semana seguirá con el rastreo de pistas clandestinas, en esta ocasión la inspección se hará en la zona norte del país: San Carlos, Los Chiles y Upala, entre otros.
Gustavo Mata Vega aseveró que desde que empezaron con este trabajo, a inicios del 2016, encontraron 86 pistas clandestinas, situadas en la costa del Pacífico.
De esa total, ya se notificó a 59 propietarios, para que las actualicen ante la Dirección de Aviación Civil o las hagan intransitables, para que no sean objeto del crimen organizado.
"La dinámica es hacer la notificación y si no se hacía caso se informaba al Ministerio Público para que investigue. Conozco de pistas donde se han puesto estañones con arenas o se plantan arboles para ayudar, porque ellos (los dueños) dicen que los sorprende la situación. El problema es que a veces no encontramos a los dueños", manifestó Mata.
Algunos de los campos clandestinos o abandonados están situados en fincas, cerca de playa e incluso en parques nacionales.
Según información de la inteligencia estadounidense, que fue compartida por el ministro Mata, se estima que este año se producirán cerca de 3.000 toneladas de cocaína entre Colombia, Bolivia y Perú, de las cuales el 90% serán enviadas por vía marítima y el 10% por aire o tierra.
La cifra va en aumento, el año anterior se estimó que se traficaron 1.700 toneladas, mientras que para el 2015 y 2014 fueron 1.200 y 670 toneladas, respectivamente, de acuerdo con información del Departamento de Estado de los Estados Unidos.