Un grupo liderado por un hombre de 21 años negociaba la importación de marihuana desde Jamaica, droga que entraba al país por vía marítima a Limón, a través de pescadores, para ser distribuida en San José.
Los agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) desarticularon, este miércoles, la red que abastecía el sur y el oeste de San José. En 11 allanamientos, se detuvo a cinco sospechosos, entre ellos, el cabecilla, de apellido González (conocido como Billo), de 21 años, quien vive en Moravia.
Al sujeto, investigado por lavado, le decomisaron seis vehículos: un BMW, un Mitsubishi Lancer y cuatro motos acuáticas. Los operativos se desarrollaron en Moravia, Tibás, Sabanilla, Heredia, Liberia, Guadalupe, San Sebastián y Limón.
Según el OIJ, dos sujetos eran la mano derecha de González; se apellidan García (alias Pelotas) y Espinoza. También fueron capturados dos individuos de apellidos Sánchez y Zúñiga. Las autoridades arrestaron a un sexto hombre, pues se hallaba custodiando unas armas en una casa. Los agentes decomisaron tres AK-47 y tres AR-15, además de 64 kilos de marihuana procesada y ¢2 millones en efectivo.
Al grupo criminal se le vincula con un decomiso de 42 kilos de marihuana, hecho a finales de marzo anterior en las inmediaciones del peaje de la carretera Braulio Carrillo (ruta 32).
Sin orden. Francisco Segura, director del OIJ, dijo que el líder del grupo vacacionaba en Santa Cruz de Guanacaste, por lo que solicitaron al Juzgado Penal de Goicoechea ampliar la orden de allanamiento a unas cabinas ubicadas en playa Brasilito (Santa Cruz).
Sin embargo, aseguró que en ese despacho judicial indicaron que, como la solicitud se realizó después de las 4 p. m., no tramitarían la orden de allanamiento con el Juzgado Penal de Santa Cruz.
Justamente, Segura explicó que por la falta de esa orden, no pudieron hacer un ingreso táctico a la cabina donde se hospedaba el sujeto. Por eso debieron tocarle la puerta para que saliera, pero el individuo comenzó a dispararles y uno de los policías resultó herido en el brazo.
“Tuvimos que tocar la puerta, con el resultado de que le dispararon a uno de nuestros compañeros y lo hirieron dos veces en el brazo. Fue algo leve, pero su vida corrió peligro. A raíz de esta situación, el asunto se convirtió en un atrincheramiento y por radio lograron convencerlo para que sacara a la niña y la mujer que estaban con él y lo detuvieran pacíficamente para evitar más desgracias”, manifestó Francisco Segura.
La Fiscalía contra la Delincuencia Organizada indagó ayer en la tarde a los detenidos y comunicó que solicitarán un año de prisión preventiva.