El puerto de Amberes, en Bélgica, era el destino original de un cargamento de 727 kilos de cocaína que una aparente banda narco intentó robar, el pasado sábado, en Naranjal de Sarapiquí de Heredia.
Así lo confirmó este lunes a La Nación la Fiscalía de Sarapiquí, a través de la oficina de prensa del Ministerio Público.
La droga, valorada aquí en ¢4.600 millones, iba oculta en un camión cargado con palmito que fue interceptado por sujetos armados, que luego mataron a un policía mientras intentaban evadir un operativo de búsqueda.
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Las autoridades sospechan que el furgón que transportaba la coca era uno de los tres camiones que salieron, ese mismo sábado, de una empacadora de palmito en Río Cuarto de Alajuela con rumbo a Limón.
Según se informó, los otros dos contenedores sí fueron embarcados con destino a Europa. Por ello, Costa Rica realizó gestiones para que el buque que transportaba ambos cargamentos los dejara en Panamá para revisarlos.
"Los tres (contenedores) iban hacia el puerto de Limón y estaban destinados para exportación. El que fue sustraído, evidentemente, no cumplió con el proceso que originalmente se había previsto.
"Los otros dos fueron embarcados y están siendo revisados por autoridades panameñas", informó Wálter Espinoza, director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Al finalizar la tarde de este lunes, aún se desconocían los resultados de las investigaciones realizadas por los cuerpos policiales del país vecino.
Por otra parte, Espinoza confirmó que existe la hipótesis de que el furgón robado en Sarapiquí fue víctima de un "tumbonazo". Esto ocurre cuando una organización narco sustrae droga a otra banda.
Sin embargo, el funcionario sostuvo que la causa se determinará conforme avance la investigación.
Mientras tanto, la Policía Judicial allanó la madrugada de este lunes la bodega de donde salieron los cargamentos de palmito. No obstante, allí no se encontró droga.
"Allanamos con el ánimo de establecer si en el lugar se econtraba mercadería semejante a la que estaba en el camión robado y si había indicios de cocaína.
"Respecto a lo primero dio positivo y encontramos cajas de cartón idénticas a las que se usaron para guardar y embalar la cocaína. Sin embargo, no encontramos residuos de droga", manifestó Espinoza.
Un cargamento de cocaína en Europa es sumamente lucrativo. De acuerdo con fuentes policiales, en ese continente un kilo puede llegar a tener un valor de entre $75.000 y $125.000.
"La droga que sale del país hacia terceros mercadeos se oculta de múltiples maneras. Una de las más usuales es recurriendo a exportaciones, sobre todo en productos perecederos.
"Hemos hecho decomisos en frutas, verduras y conservas en muchas oportunidades. Eso sirve para camuflar la exportación de sustancias prohibidas. Es un método usual", eplicó Expinoza.
Recuento
El furgón que transportaba la droga y 22 toneladas de palmito salió, el pasado sábado, a las 10 a. m. de una empacadora situada en Río Cuarto de Alajuela.
Cuando pasaba por la ruta 4, en Puerto Viejo de Sarapiquí, Heredia, fue abordado por siete sujetos que viajaban a bordo de dos vehículos.
Según contó el chofer al OIJ, los asaltantes lo amenazaron con armas de fuego y lo llevaron hasta la ruta 32, cerca del túnel Zurquí, donde lo abandonaron maniatado. Él se logró liberar y dio aviso a la policía.
El furgón tenía un rastreador de geolocalización (GPS) que permitió ubicar las coordenadas del automotor y guiar el desplazamiento de los oficiales de la Fuerza Pública.
Los agentes encontraron al camión circulando en plena vía pública, conducido por un hombre de apellidos Herrera Siles, quien fue detenido en el sitio.
El automotor iba custodiado por un pick up blanco, el cual se dio a la fuga. Minutos después, una unidad policial encontró a sus tres ocupantes en una finca de yuca y banano situada en Guayacán de Sarapiquí.
Allí, ocultos entre 94 cajas iguales a las que llevaban el palmito, fueron hallados 727 kilos de cocaína.
Los sujetos intentaron huir por un montazal y el policía Federico Borbón Huertas intentó perseguirlos. Poco después se escucharon disparos. Borbón murió producto de un disparo en la cabeza y otro en el pecho.
Tras un intenso operativo en el que participaron 100 oficiales, realizado entre la noche del sábado y la mañana del domingo, se logró capturar a tres sospechosos.
Los detenidos son de apellidos Salas Oviedo, Vargas Aymerich y Piamba Muñoz. A ellos se les atribuyen cargos por el homicidio calificado del oficial, tráfico internacional de drogas, robo agravado y privación de libertad.
La Fiscalía comunicó que pedirá un año de prisión preventiva contra ellos.