Un total de 12 personas fueron detenidas la mañana de este martes como sospechosas de integrar una banda dedicada al trasiego de marihuana y el sicariato.
A ellas se les vincula con el homicidio de un supuesto sicario limonense, quien fue acribillado con un arma AK-47, en octubre del 2015. Las autoridades sostienen que la banda pagó ¢100 millones por este asesinato.
Las capturas fueron realizadas por agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) en nueve allanamientos realizados en San José, Limón y Puntarenas.
Los operativos se realizaron en Tibás, Calle Fallas de Desamparados, Paso Ancho y Los Cuadros de Goicoechea, en San José. En Limón, los allanamientos fueron en dos viviendas, una en barrio Santa Eduviges y otra en Colina, mientras que el de Puntarenas fue en El Progreso.
En el despliegue policial fue capturado en Limón el presunto líder de la organización, un sujeto de apellidos Robinson Herman, conocido como Cap Cap.
También fueron aprehendidos otros hombres apellidados Taylor John, Smith Chollette, Guzmán Gómez, Thomas Stuart, Marín Molina, Murillo Molina, Murillo Herrera, Solís Adams, Morales Montero, Urbina Obando y Morales Fallas.
El de apellidos Urbina Obando es un expolicía de la Fuerza Pública, según el OIJ.
¢100 millones por asesinato de rival
Uno de los asesinatos con los cuales la Policía Judicial vincula a esta organización ocurrió el 9 de octubre del 2015 a plena luz del día, cuando un sujeto identificado como Dennis Patricio Omier Taylor, alias Tupac y de 34 años, fue acribillado con un arma AK-47, mientras viajaba en un taxi en San Francisco de Dos Ríos.
Omier, un sicario oriundo de Limón, incluso era amigo de Robinson. El día del ataque, la policía encontró los casquillos de 92 balas en la escena y un vehículo Nissan Xtrail, que fue utilizado para cometer el crimen. El auto tenía denuncia de robo en Jacó.
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Según Wálter Espinoza, director del OIJ, el crimen de alias Tupac, corresponde a un ajuste de cuentas entre bandas rivales, pues Tupac trató de matar a Robinson en el 2015, pero falló.
"La génesis de esta aventura delincuencial se origina en el primer trimestre del año 2015, cuando el autor intelectual (Robinson) fue víctima de un atentado, que generó la necesidad de venganza", dijo Espinoza.
De acuerdo con Espinoza, al parecer Robinson pagó alrededor de ¢100 millones por el crimen de Tupac.
Omier formaba parte de otra organización dedicada al tráfico de droga y sicariato, la cual era liderada por Marvin Cole Mendoza, conocido como Chichi Cole, y quien fue asesinado el 3 de julio del 2015 cuando viajaba en taxi por barrio Piuta, Limón.
Asimismo, en la investigación del caso, el OIJ determinó que el exoficial de Fuerza Pública de apellido Urbina colaboró con los sicarios cuando aún era policía.
"El expolicía dio apoyo logístico, dio consejo a la organización y aseguraba que pudieran actuar sin presencia policial. (El día que mataron a Tupac, en San José) él ayudó a que sacaran del lugar a los pistoleros y facilitó un vehículo para sacar las armas de fuego. Se cree que ese vehículo que facilitó fue una patrulla", agregó el jerarca policial.
Hijo participó en crimen de polaco
El otro crimen que le atribuyen a esta banda se perpetró el 15 de setiembre del 2016. Ese día, varios sujetos entraron a la casa de Roger Murillo Burgos, de 42 años de edad, en San Sebastián, donde le robaron dinero en efectivo, mercadería para la venta y electrodomésticos; luego lo torturaron y asesinaron.
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Entre los detenidos se encuentra el propio hijo de Murillo Burgos, quien también figura como sospechoso de participar en el crimen.
El día de la muerte de su padre, el joven, de 19 años, fue quien llegó a una delegación de la Fuerza Pública y aseguró que él y su papá fueron atacados por varios sujetos, pero que logró escapar.
Sin embargo, en la pesquisa policial, el OIJ determinó que el joven participó en el homicidio.
"Sabemos que participó en el hecho, simuló haber sido amordazado", aseveró Espinoza
En las viviendas allanadas este martes, los agentes de Homicidios encontraron evidencia como armas de grueso calibre, municiones, celulares y más de 50 kilos de marihuana. También se decomisó un vehículo que, supuestamente, fue comprado con el dinero por el crimen de Tupac.