Los narcotraficantes variaron la forma de trasegar cocaína y aplican ahora una nueva modalidad: ocultarla en encrespadores para pestañas, confirmó el Ministerio de Seguridad Pública (MSP).
El nuevo hallazgo lo efectuaron la noche del martes oficiales de la Policía de Control de Drogas (PCD), con apoyo de un perro de la Unidad Canina de la Dirección de Unidades Especializadas (DUE).
La revisión se efectuó en el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría, en Alajuela. Allí, un perro labrador llamado Inca localizó primero 44 rímels en que habían depositado un total de 437 gramos de cocaína.
En una segunda exploración, del can entrenado logró la detección de otros 50 artículos de belleza en un saco que contenían 593 gramos de la misma droga, para un total de 1.030 gramos de cocaína, la cual tenía como destino final República de Irlanda, en Europa.
No se arrestó a nadie, pero prosiguen las indagaciones.
En la misma terminal aérea se efectuó el decomiso de 619 gramos de cocaína que escondieron en un lote de repuestos y soportes de motores para vehículos, el cual tenía como destino Canadá.
En los últimos meses, la PCD ha descubierto cocaína oculta en envases de champú, dobles forros de maletas, en bebidas gaseosas e incluso en botellas de vodka.
El domingo anterior, en el Juan Santamaría, la Policía descubrió que una mujer colombiana, de apellido Marín y 40 años, pretendía salir del país con destino a Guatemala con siete kilos de cocaína que escondía en 10 cajas de marcadores o pilots.