La falta de correlación entre los hechos acusados por la Fiscalía y los probados en juicio, fue la razón principal por la cual el Tribunal de Juicio de Limón absolvió a cinco de siete acusados en un caso de narcotráfico y legitimación de capitales.
Los jueces también consideraron nula una prueba policial traída desde Holanda, relacionada al decomiso de 123 kilos de cocaína, el 7 de noviembre del 2013 en el puerto de Róterdam, debido a que el Ministerio Público vulneró y obvió los trámites judiciales y consulares.
La sentencia fue emitida en dos partes: el 3 de febrero se dictó sobre la culpabilidad y el 15 de febrero se impuso la pena.
El caso tiene que ver con la desarticulación, el 17 de diciembre del 2013, en Limón, de una banda acusada de traer coca desde Colombia y marihuana de Jamaica, para el consumo local y para reenviar a Europa.
En aquel momento se acusó a la organización de infiltrar el Banco de Costa Rica (BCR), al reclutar cajeros con el fin de financiar el trasiego de droga.
En total hubo 17 detenidos: 10 aceptaron el delito en procesos abreviados. Dos fueron condenados y cinco absueltos por duda.
El tribunal estuvo integrado por Luis Rodríguez Cruz, Andy Jack Sánchez Porras y Luis Esteban Araya Ugalde.
Reacción. El Ministerio Público rechazó que en este proceso se cometieran errores y atribuyó lo sucedido a una interpretación del tribunal.
En un comunicado, la oficina de prensa de la entidad resaltó que las cinco absolutorias y los razonamientos de los jueces no están en firme debido a que se presentó una apelación,
“No puede considerarse que hubo ninguna falla por parte de la representación fiscal. El caso es complejo; el porcentaje de condenatorias es elevado y los temas adversos a la representación fiscal están aún en discusión ante el Tribunal de Apelación de Sentencia”, indicó el boletín.
Asimismo, la Fiscalía negó equivocaciones en la acusación, pues “cumple con todos los requisitos legales, pasó el filtro de la audiencia preliminar y fue defendida en el contradictorio”.
Hubo delito, pero... En la sentencia 051-2016 del Tribunal de Juicio de Limón, los jueces concluyeron que, efectivamente, la investigación de la Policía de Control de Drogas (PCD), complementada por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), demostró la existencia de los delitos.
Del fallo se extrae que había pruebas suficientes para considerar a Jorge Bonilla e Iván Jackson como responsables de lanzar 1.000 kilos de cocaína al mar, frente a las costas de Limón, en mayo del 2013 .
También, del hallazgo, el 7 de noviembre de ese mismo año en Róterdam, Holanda, de 120 kilos de cocaína en un contenedor cargado con pulpa de fruta y del decomiso, el 6 de noviembre del 2013 en el muelle Alemán en Limón, de 660 kilos de marihuana provenientes de Jamaica.
Pero luego admiten qu, al revisar el legajo de asistencia judicial de Holanda, se observa que “la tramitación que se realizó al decomiso de droga es policial, por lo que es obvio que hay una grave vulneración al trámite consular y judicial que se debió hacer”.
En el caso del cajero del BCR de apellido Sacasa, los jueces lo absuelven por legitimación de capitales pues las fechas que cita la acusación son diferentes a las pruebas aportadas en juicio.
No obstante, el tribunal señaló: “Sacasa se valió de los débiles controles existentes de la agencia del BCR en Limón para facilitar, a la banda que pertenecía, la legitimación de capitales (...). Si el Ministerio Público a la hora de la acusación hubiese incluido el año 2012 (...) posiblemente otra sería la sentencia”.
Una justificación similar recibió otro imputado de apellido Maroto, a quien, según el tribunal, le pudieron imputar otros delitos, pero la Fiscalía no lo hizo.
El abogado José Miguel Villalobos dijo que esos errores no se pueden subsanar en apelación.