San José (Redacción). Una reconstrucción del recorrido realizado por Angela Barrantes el martes anterior en el Hospital San Juan de Dios, determinó que ella estuvo en varios puntos del centro médico y que, al menos pasó sin problemas en cinco puestos control.
La auxiliar de enfermería jubilada por un mal psiquiátrico es la principal sospechosa de inyectar una sustancia letal que le provocó la muerte a la paciente Lillian Arias Prendas.
Daniel Quesada Rodríguez, director del San Juan de Dios alegó el miércoles que el hospital cumplió con todos los protocolos de seguridad en este caso.
Lea más detalles sobre este caso en la edición de mañana.
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