Los reiterados motines en la cárcel La Reforma, en Alajuela, obligaron al Gobierno a impulsar el trámite legislativo de un crédito con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para mejorar la infraestructura carcelaria.
El préstamo, por $132 millones, no aparecía en la agenda del Congreso en diciembre pasado, pero ahora tendrá un lugar de privilegio, a la espera de una pronta aprobación, manifestó Hernando París, ministro de Justicia.
Mientras llegan esos recursos, que se espera ponerlos en ejecución a final de año, la Presidencia de la República autorizó al Ministerio de Justicia a gestionar ante Hacienda la apertura de 300 nuevas plazas para custodios y 50 para personal técnico.
Al mismo tiempo, Justicia pidió que le autoricen un presupuesto extraordinario por ¢3.800 millones para fortalecer la seguridad en las cárceles. París dijo que ese dinero se usará en obras de ampliación de prisiones, con el fin de mitigar la sobrepoblación en lugares críticos, y para la construcción de mallas perimetrales, entre otros aspectos.
Las medidas pretenden mitigar las acciones de violencia que se generaron en las últimas semanas en La Reforma, donde dos reos murieron y cerca de 10 resultaron heridos.
El último incidente se produjo ayer en el ámbito de Adulto Joven.
Tanto París como el ministro de Seguridad, Mario Zamora, anunciaron que para mantener el control en las prisiones realizaran operativos “sorpresa”, con el apoyo de la Fuerza Pública, tanto en La Reforma como en cualquier otra prisión.
Precisamente, ayer desde las 9 a. m. 700 efectivos, entre policías penitenciarios, de la Fuerza Pública y del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), realizaron una requisa en el ámbito B, conocido como Mediana Abierta, uno de los más violentos.
El viceministro de Justicia, Fernando Ferraro, explicó que el ámbito B está compuesto por seis pabellones, cada uno de los cuales tiene ocho dormitorios y alberga a 1.649 privados de libertad. Tiene un 50% de sobrepoblación.
“En esas condiciones, es previsible que haya incidentes de violencia, además de que el perfil de los presos en ese lugar es de peligrosidad. La Policía Penitenciaria no da abasto porque hay un oficial por cada 10 reos”, dijo Ferraro.
Consultado el funcionario acerca de cómo hacen los reos para conseguir armas con tanta facilidad, declaró que muchas surgen del ingenio de los detenidos y otras las sacan de varillas y el metal usado en la construcción de la cárcel.